El Equus hydruntinus, un équido extinto, podría haber tenido un área de distribución mayor de lo que se creía en un principio, según investigadores de la universidad francesa Ecole Normale Superieure de Lyon. Su estudio se publica en el número de julio de Molecular Ecology.
E. hydruntinus era conocido por habitar en Europa y partes de Oriente Medio. Sin embargo, se desconocía su área de distribución exacta y su relación con otros équidos.
«Durante mucho tiempo, los datos paleontológicos no permitieron situar a E. hydruntinus en el árbol filogénico de los équidos, ante el hecho de que comparte características primitivas de Equus tanto con las cebras como con los asnos, y caracteres derivados con los asnos y los hemiones», dijeron los investigadores.
Sin embargo, un cráneo descubierto recientemente ha aportado más información sobre el oscuro pasado de E. hydruntinus. El ADN extraído del cráneo apoya la relación de la especie con los hemiones y revela que el E. hydruntinus no estaba estrechamente relacionado ni con las cebras ni con los asnos.
Esto sugirió a los investigadores que la morfología de los dientes, que se había utilizado anteriormente para clasificar a los antiguos équidos, es una mala opción para dividir las especies en familias.
El análisis del ADN también reveló que el E. hydruntinus descubierto en Irán es de la misma especie que los especímenes encontrados en Crimea. Por lo tanto, el área de distribución de E. hydruntinus, que anteriormente se consideraba limitada a Europa, Israel y Turquía, puede ampliarse hasta el este de Irán.