viviendas para personas mayores
- ¿Es un hogar de vida asistida adecuado para usted? Encuentre consejos para elegir el centro adecuado y facilitar la transición.
- ¿Qué es la vida asistida?
- Otros nombres comunes para la vida asistida
- Los servicios de un centro de asistencia típico incluyen:
- ¿Es un centro de vida asistida adecuado para usted?
- Señales de que un adulto mayor podría necesitar vida asistida
- Toma la decisión de irse de casa: Lo que puede sentir
- Consejos para hacer más fácil la transición a la vida asistida
- Elegir el centro de vida asistida adecuado para usted
- Pregunte sobre los patrones de personal
- Elegir un centro de vida asistida
- Otras cosas a tener en cuenta a la hora de elegir un centro de vida asistida
- Vivienda asistida frente a otros tipos de viviendas para personas mayores
- Apoyar a un ser querido cuando se traslada a la vida asistida
¿Es un hogar de vida asistida adecuado para usted? Encuentre consejos para elegir el centro adecuado y facilitar la transición.
¿Qué es la vida asistida?
La vida asistida es una opción residencial para los adultos mayores que necesitan ayuda con algunas de las actividades de la vida diaria-cosas como cocinar las comidas, ir al baño en medio de la noche, mantener la casa y viajar a las citas. Un centro de vida asistida puede ser una buena opción si necesita más servicios de atención personal de los que puede obtener en su casa o en una comunidad de vida independiente o de jubilados, pero no necesita la atención médica y la supervisión las 24 horas del día de una residencia de ancianos.
Los centros de vida asistida ofrecen la seguridad de un apoyo y un acceso a la atención las 24 horas del día. De día o de noche, la ayuda está a sólo una llamada de distancia. Sin embargo, se fomenta la privacidad y la independencia. Un buen centro desarrollará un plan personalizado que satisfaga sus necesidades y se adapte a sus discapacidades, a la vez que le da la libertad de hacer lo que pueda por sí mismo.
En general, la vida asistida se desarrolla en un centro de tipo residencial, que va desde casas convertidas o complejos de apartamentos hasta escuelas renovadas. Algunos ofrecen una vida de tipo apartamento con cocinas reducidas, mientras que otros sólo ofrecen dormitorios. En algunos, es posible que incluso haya que compartir habitación, a menos que se esté dispuesto a pagar un coste mayor. La mayoría de los centros cuentan con un comedor para grupos y zonas comunes para actividades sociales y recreativas.
Cualquiera que sean sus circunstancias, tomar la decisión de abandonar su hogar puede ser difícil. Pero si se toma el tiempo necesario para explorar sus opciones y ser honesto sobre sus necesidades y preocupaciones, puede tomar una decisión que garantice que sus años de vejez sean felices y satisfactorios.
Otros nombres comunes para la vida asistida
- Cuidados residenciales
- Cuidado y atención
- Congreso de adultos
- Hogar para adultos
- Hogar para adultos
- Instalación de cuidados alternativos
- Vivienda protegida
- Vivienda de cuidados extravivienda de cuidados extra
Los servicios de un centro de asistencia típico incluyen:
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¿Es un centro de vida asistida adecuado para usted?
Si está tratando de decidir si la vida asistida es adecuada para usted, hágase las siguientes preguntas:
¿Necesita más ayuda de la que pueden proporcionarle sus familiares y amigos? ¿Las actividades de la vida diaria se están volviendo estresantes o abrumadoras? Si la familia o la ayuda a domicilio no pueden cubrir el vacío, la vida asistida es una opción.
¿Se siente solo o aislado en casa? Tener una vida social activa es vital para su salud y felicidad. Estar solo la mayor parte del tiempo es una receta para la depresión en los adultos mayores. El aspecto social de la vida asistida puede ser un gran beneficio. Las buenas instalaciones ofrecen una serie de actividades sociales y recreativas. Y el entorno comunitario también ofrece la oportunidad de hacer nuevos amigos.
¿Le preocupa su seguridad? Tal vez su movilidad sea limitada y le resulte difícil levantarse de la cama por sí mismo, por ejemplo. Tal vez tenga miedo de lo que podría ocurrir si se cayera y no pudiera levantarse, o experimentara otro problema y no pudiera obtener ayuda.
¿Está cansado de mantener un hogar? Vivir en su propia casa conlleva muchas responsabilidades. Los centros de vida asistida pueden proporcionar una atmósfera similar a la del hogar, sin el trabajo de cocinar, limpiar, hacer la compra y lavar la ropa.
¿Es el transporte un problema? Tal vez tenga problemas para conducir o ya no pueda hacerlo. Si el transporte público u otra alternativa no es fácil y conveniente, es posible que esté cada vez más confinado en casa. Los centros de vida asistida ofrecen transporte, para que pueda ir a donde necesite sin tener que depender de amigos y familiares.
Señales de que un adulto mayor podría necesitar vida asistida
No siempre es fácil saber cuándo su padre u otro ser querido necesita más ayuda. Las siguientes señales de advertencia pueden indicar que ha llegado el momento de hablar de la vida asistida:
- El frigorífico está vacío o lleno de comida estropeada o su ser querido está perdiendo peso. Estos pueden ser signos de que no está comiendo bien porque le resulta difícil hacer la compra o cocinar.
- Observa moratones frecuentes, aunque su ser querido intente taparlos. Esto puede ser un signo de caídas o de problemas de movilidad y equilibrio.
- Su ser querido lleva la misma ropa una y otra vez o descuida su higiene personal. Esto puede indicar que lavar la ropa y bañarse es un reto físico.
- La casa y el jardín no están tan limpios y ordenados como antes.
- Su ser querido se olvida de cosas, como las citas con el médico o cuándo tomar su medicación. Esto puede deberse a la pérdida de memoria.
- Su ser querido parece deprimido. La depresión es común en las personas mayores que están aisladas y solas.
- Usted nota un comportamiento extraño o inapropiado. Por ejemplo, su ser querido puede vestirse de forma inapropiada para el clima. Esto puede ser una señal de que están experimentando confusión.
Toma la decisión de irse de casa: Lo que puede sentir
Sin importar su situación, mudarse siempre es estresante. Pero cuando está contemplando la posibilidad de dejar su casa por un centro de vida asistida, el estrés es sólo la punta del iceberg emocional. Puede que asocie el dolor con la muerte de un ser querido, pero el dolor es una respuesta natural a cualquier pérdida. Y la pérdida de su hogar, su vecindario y su comunidad es una gran pérdida.
La idea de dejar todo lo que conoce puede hacerle sentir muy vulnerable. Puede sentir que está perdiendo su independencia o una gran parte de su identidad. Es importante darse cuenta de que todos estos sentimientos son normales. Tómate un tiempo para reconocer estos sentimientos de pérdida. A veces, hablar con alguien comprensivo puede ayudar. El asesoramiento y la terapia también pueden ser una opción. Dése tiempo para hacer el duelo y acostumbrarse al cambio.
Consejos para hacer más fácil la transición a la vida asistida
La vida en un centro de vida asistida es un ajuste innegable. Además de un nuevo entorno de vida, está conociendo a nuevos residentes y acostumbrándose al personal. Esto puede resultar estresante al principio. Pero hay cosas que puede hacer para facilitar la transición.
Haga las maletas con suficiente antelación a la mudanza. No agrave el estrés de la mudanza poniéndose en la situación de tener que tomar decisiones apresuradas sobre qué llevar y qué descartar.
Saber qué esperar. Haga sus deberes sobre las instalaciones. Será menos estresante si sabe qué esperar. Lea todo el material antes de mudarse y asegúrese de que todas sus preguntas sean respondidas con antelación.
Manténgase ocupado. Puede tener la tentación de quedarse en su apartamento o espacio vital, pero se sentirá más cómodo mucho más rápido si sale a conocer a los residentes, a participar en las actividades y a explorar el centro.
No se complique. Todo el mundo se adapta al cambio de forma diferente, así que dése un respiro, independientemente de lo que sienta. Sin embargo, si siente que está tardando más de lo que cree en adaptarse, puede ser útil hablar con sus familiares, con el director del centro o con un amigo de confianza.
Elegir el centro de vida asistida adecuado para usted
Hay una enorme variación entre los hogares y centros de vida asistida. Aunque esto puede hacer que el proceso de elección parezca desalentador, el lado positivo es que tiene muchas posibilidades de encontrar un centro que se adapte perfectamente a sus preferencias y necesidades.
Al iniciar su búsqueda, intente no sentirse abrumado por todas las opciones. Recuerde que los servicios importan mucho menos que los residentes y el personal. Son las personas las que realmente hacen cualquier lugar, incluyendo un centro de vida asistida. La gente que vive y trabaja en un centro puede decir mucho sobre él. Usted quiere un centro con una atmósfera social activa, en el que los residentes sean amables y el personal sea afectuoso y cálido. Asegúrese de que, en general, siente que el centro es un lugar en el que encajará y desarrollará nuevas relaciones.
Pregunte sobre los patrones de personal
Para sentirse seguro de que usted o su ser querido estarán bien atendidos, es importante hacer preguntas sobre los niveles de personal y la carga de trabajo en un centro de vida asistida. Por ejemplo:
- ¿Cuántos miembros del personal están realmente involucrados en el cuidado de los residentes?
- ¿Cuántas personas trabajan al mismo tiempo?
- ¿Cuáles son sus tareas durante esas horas-tienen tiempo para interactuar con los residentes?
- ¿Hay enfermeras registradas en el lugar?
- ¿Cómo difieren los patrones de personal por la noche?
- ¿Qué sucede cuando un miembro del personal está enfermo o no puede estar en el trabajo?
Elegir un centro de vida asistida
Visite un centro en diferentes momentos -durante las actividades y las comidas, por ejemplo- y busque opiniones de los residentes y sus familias o a través de los comentarios en línea.
Qué buscar en el personal:
- ¿Tienen tiempo para hablar con usted o se siente apurado?
- ¿Parecen genuinamente amigables e interesados en usted?
- ¿Interactúan cálidamente con los residentes actuales? ¿O parecen estresados o agobiados?
- ¿Cómo manejan las emergencias?
¿Qué buscar en los residentes:
- ¿Parecen felices?
- ¿Disfrutan interactuando entre ellos?
- ¿Parecen personas que te gustaría conocer?
- ¿Hay pasatiempos o grupos en el lugar que le parezcan interesantes?
¿Qué buscar en las instalaciones:
- ¿Las diferentes áreas parecen limpias y frescas?
- ¿Con qué frecuencia se proporciona el servicio de limpieza para su habitación?
- ¿Parece la instalación segura y protegida? ¿Son los baños fácilmente accesibles y tienen barras de apoyo? ¿Cómo pueden los residentes ponerse en contacto con el personal en caso de emergencia?
- ¿Cómo es la comida? Pruebe una comida y pregunte por las opciones del menú.
Otras cosas a tener en cuenta a la hora de elegir un centro de vida asistida
El factor más importante a la hora de elegir un centro de vida asistida es que le resulte agradable, seguro y cómodo. Aunque el centro debe estar limpio y bien mantenido, no ponga demasiado énfasis en el atractivo superficial, como el mobiliario de diseño, las comidas gourmet y un terreno impecable. El centro en el que se sentirá más feliz no será necesariamente el más lujoso o caro. La conclusión es que el centro adecuado para usted es aquel en el que se sienta más a gusto.
¿Se siente como en casa? Esto es una preferencia personal. ¿Prefiere un entorno más pequeño y acogedor o prefiere estar en un lugar más grande y bullicioso con más actividades? ¿Es importante para usted el diseño exterior, como los jardines u otras zonas verdes?
¿Ofrece el centro actividades que le interesan? ¿Hay pasatiempos o actividades en el lugar, o transporte disponible para las de fuera? ¿Dispone el centro de servicios que son importantes para usted, como un gimnasio, un centro recreativo, una biblioteca o una capilla?
¿Le resulta atractiva la comida? ¿Tiene la posibilidad de comer en su habitación si lo desea? ¿Qué tipo de comida se sirve? ¿Es nutritiva y apetecible? ¿Hay diferentes opciones de comida disponibles?
¿Cómo se tratan los problemas de salud? ¿Cómo maneja el centro los problemas de emergencia y los que no son de emergencia? Si desarrolla una condición médica, ¿podrá permanecer en el centro? ¿En qué momento tendría que trasladarse a otro lugar para recibir atención médica?
¿Cumple el centro con los requisitos nacionales y locales de autorización? En los EE.UU., por ejemplo, cada estado tiene normas diferentes, por lo que deberá consultar con su organismo regulador local para asegurarse de que el centro está autorizado y cumple con los requisitos. También puede consultar la Oficina de Buenas Prácticas Comerciales (Better Business Bureau) para ver si se ha presentado alguna queja contra el centro.
Vivienda asistida frente a otros tipos de viviendas para personas mayores
La vida asistida puede considerarse una etapa intermedia entre la vida independiente y la atención en una residencia de ancianos. Si sólo necesita una asistencia mínima, la vida independiente puede ser una mejor opción. Si tiene muchas necesidades médicas, tendría que considerar las residencias de ancianos u otras instalaciones con atención médica especializada.
Para obtener más información, lea Opciones de vivienda para personas mayores.
Apoyar a un ser querido cuando se traslada a la vida asistida
Un traslado a la vida asistida, incluso si todas las partes están de acuerdo, puede ser un momento estresante. Estas son algunas de las formas en que puede apoyar a un ser querido:
Reconozca los sentimientos de pérdida de su ser querido. Incluso en la mejor de las situaciones -en la que su ser querido ha elegido voluntariamente la vida asistida- es de esperar que haya dolor y sentimientos de pérdida. Dejar la casa de uno es un gran trastorno. No minimice sus sentimientos ni se centre excesivamente en lo positivo. Comprenda y respete los sentimientos de pérdida y déles tiempo para que se adapten.
Llame y visite tan a menudo como pueda. El contacto regular de los amigos y la familia tranquilizará a su ser querido de que todavía es amado y atendido. Siga incluyendo a su ser querido en las salidas y eventos familiares siempre que sea posible. Si su ser querido vive lejos, las llamadas regulares o los correos electrónicos pueden marcar una gran diferencia.
Trabajen juntos en las preocupaciones. Si bien es probable que su ser querido pase por un período de adaptación después de mudarse a un centro de vida asistida, no asuma automáticamente que las quejas son sólo parte del proceso de transición. Si su ser querido está preocupado, tómelo en serio. Hable de los pasos que pueden dar juntos para resolver el problema. Y si el problema resulta ser grave y sin solución aparente, prepárese para buscar otras instalaciones.
Ayude a su ser querido a personalizar su espacio vital. Ayude a su ser querido a elegir y traer las posesiones y decoraciones significativas que darán al nuevo espacio vital la sensación de hogar. Pero tenga cuidado de no tomar el control. Deje que su ser querido tome la iniciativa. Al fin y al cabo, será él quien viva allí.
Qué hacer y qué no hacer para los amigos y familiares
Haga lo siguiente:
- Escuche y valide las preocupaciones de su ser querido sobre lo que va a dejar atrás.
- Ayude a su ser querido a empacar y a mudarse, si así lo desea.
- Ayúdele a hacer la mudanza y a adaptarse a ella aunque no sea una decisión con la que esté de acuerdo.
- Acepte que la mudanza a un centro de vida asistida representa un cambio de vida importante.
- Contacte y visite a su ser querido en su nuevo hogar con frecuencia durante las primeras semanas.
- Apoye, comprenda y anime. Su paciencia y su actitud positiva pueden marcar la diferencia para su ser querido.
No:
- Considere únicamente sus propias preocupaciones. Se trata de su ser querido, no de usted.
- Insista en hacerse cargo del proceso de mudanza.
- Critique la elección de casa de su ser querido o su decisión de trasladarse a una residencia asistida.
- Disminuya la pena que pueda sentir su ser querido por la mudanza.
- Hable inmediatamente de vender la antigua casa de su ser querido.
- Ser negativo, crítico o impaciente, especialmente si a su ser querido le resulta difícil instalarse al principio.