Los tamaños de las escopetas siempre se han medido de una manera algo indirecta. Se podría pensar que el «12» en una escopeta de calibre 12 corresponde a alguna medida lineal – tal vez pulgadas o centímetros. Pero no es así. «Calibre 12» significa que se pueden hacer 12 balas de plomo, cada una de ellas de igual diámetro que el cañón del arma, con 1 libra de plomo. Esto se originó en los días en que se compraba el plomo por libras para hacer su propia munición. El calibre indicaba cuantos cartuchos se podían hacer para el arma con 1 libra de plomo.
Cuanto más pequeño es el número del calibre, más ancho es el cañón. La escopeta más grande es la del calibre 4. La escopeta .410, la más pequeña, es una excepción a la regla: en realidad es de calibre .410 – tiene un cañón de 0,41 pulgadas de diámetro.
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En general, cuanto más pequeño es el diámetro del cañón, menos «patada» o retroceso siente el tirador del arma. Muchos expertos dicen que una escopeta del calibre 20 es un buen arma para principiantes porque tiene relativamente poco retroceso pero dispara más tiros por cartucho que la del calibre 410, de menor diámetro.