Fractura de brazo en un luchador | British Journal of Sports Medicine

Discusión

La fractura del húmero tras una lucha de brazo en un hombre joven y en forma es un suceso raro,1 al igual que la fractura-separación del epicóndilo humeral medial en adolescentes.2 La articulación del hombro se rota internamente de forma activa contra el oponente mientras el codo está fijado en flexión, lo que da lugar a enormes y violentas fuerzas de torsión a través del eje del húmero.3 La dieta de este paciente era adecuada, sin evidencia de deficiencia nutricional. Por lo general, las estructuras musculotendinosas son el factor limitante en la lucha de brazos, pero en este caso concreto no lo eran, ya sea porque la conciencia propioceptiva del paciente estaba reducida a causa del alcohol y de las altas horas de la noche y/o porque era excesivamente musculoso para su tamaño óseo, en el sentido de que, aunque en general era musculoso, no tenía la hipertrofia ósea cortical humeral que correspondía a su musculatura porque no era un luchador de brazos habitual.4 Además, su oponente tenía un antebrazo más largo y, en consecuencia, una ventaja de momento de torsión.

Este tipo de lesión en la lucha de brazos tiende a ocurrir cuando un luchador de brazos intenta forzar el combate en un esfuerzo por ganar o cambiar el rumbo de la contienda. Esto hace que el luchador de brazos defensor adopte o se vea obligado a adoptar una postura en la que su centro de gravedad y, por tanto, su peso corporal se han desplazado. A medida que el luchador ofensivo continúa con el ataque, los músculos rotadores internos del hombro del defensor se estiran repentina y pasivamente y cambian de su contracción concéntrica máxima a una contracción compensatoria excéntrica, lo que da lugar a una intensa fuerza de rotación con la consiguiente fractura del húmero.2,5 Esta fractura se trató mediante un collarín y un manguito en un vendaje corporal de red.

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