Los blogs de estilo de vida son muy buenos a la hora de cultivar la ineptitud doméstica, y generar preguntas que probablemente nunca pensaste que te harías, como ¿Debería hacer mi propio protector solar? ¿Cubrirme de semillas de frambuesa cuenta como factor de protección solar? Y lo que es más extraño, ¿comer ciertas verduras me protegerá de las quemaduras? Muchas infografías de Pinterest sugieren que mezclar aceites de semillas de frambuesa y de zanahoria con polvo de óxido de zinc y aceite de coco dará como resultado un protector solar eficaz y libre de toxinas. Algunos incluso sugieren que comer alimentos ricos en antioxidantes te protegerá contra el sol «desde dentro». ¿Cuál es la verdad?
Si le preguntas a los blogueros, el aceite de semillas de zanahoria tiene un FPS de 35 a 40. ¿O es de 38 a 40? El aceite de semillas de frambuesa, alegan, ofrece entre 25 y 28 a 50. Los expertos en aromaterapia creen incluso que los aceites grasos (también conocidos como aceites portadores) tienen cierta protección solar.
Pero untarse con pastel de zanahoria no proporcionará protección contra los rayos UV. Ciertos productos botánicos pueden ofrecer cierta protección contra la luz ultravioleta, pero esto no significa que debas ir a comprar un montón de ingredientes y jugar a los químicos, dice el doctor Joshua Zeichner, director de investigación cosmética y clínica en dermatología del Hospital Mount Sinai de Nueva York. Aunque algunos estudios afirman que el aceite de semilla de frambuesa o los aceites esenciales absorben parte de la luz ultravioleta, se llevaron a cabo en placas de Petri utilizando medidores de luz, lo que dista mucho de las pruebas que los fabricantes de protectores solares deben realizar para demostrar las afirmaciones sobre el FPS que figuran en sus etiquetas. Las pruebas rigurosas de protección solar implican poner a seres humanos reales bajo lámparas UV para ver lo rápido que se queman, y luego repetir la prueba 15 minutos después de aplicar el protector solar en sus espaldas.
No hay mucho que decir de esta tarta aparte de que es mi favorita. Se conserva bien y es perfecto servido con café solo. Esta receta es una adaptación de la pastelería del emblemático Rosendal trädgården (un jardín hortícola frente al palacio de Rosendal) en Estocolmo, donde lo llevan horneando desde hace décadas. Las especias mezcladas con la zanahoria y el glaseado de queso cremoso representan lo que son muchos de los nuevos postres y dulces nórdicos: lo dulce y lo salado trabajando juntos.
«En teoría o en el laboratorio, un aceite puede dar protección, pero en el mundo real, lo estás aplicando en la piel con otros ingredientes y estás sudando y está expuesto a la luz ultravioleta: las condiciones son muy diferentes», dice el doctor Zeichner. «Puede que no sea estable». Esencialmente, la protección contra los rayos UV de los productos botánicos no está probada. Y si intentas hacer protectores solares «caseros», simplemente no son fiables porque los ingredientes no están sujetos a las mismas regulaciones y pruebas que los protectores solares comprados en tiendas, dice Zeichner. En realidad, no sabes cuál es el verdadero factor de protección solar de la botella de aceite de protección solar casera que has comprado en Etsy, ni cuánto durará. Además, es posible que el aceite o el polvo de óxido de zinc de tu brebaje de protección solar no se distribuya uniformemente por la mezcla, lo que podría dar lugar a una protección desigual y a quemaduras solares perjudiciales.
En cuanto a las otras afirmaciones de Internet que dicen que comer ciertos alimentos puede aumentar su protección solar e incluso combatir el daño solar, es una hipérbole. Hay algunos datos que muestran que los alimentos ricos en antioxidantes pueden ayudar a mejorar las propias defensas antioxidantes del cuerpo, lo que puede ser útil para minimizar el daño de la luz UV, dice Zeichner. En concreto, las investigaciones sugieren que los antioxidantes vitamina C de los cítricos, la genisteína de la soja y el licopeno, que se encuentra en alimentos como los tomates, la sandía y la papaya, aportan algunos beneficios. (Una nota de precaución: Los alimentos ricos en vitamina A podrían hacerte más sensible al sol, así que no te pases con las zanahorias). No confíes en tu dieta para curar los males relacionados con el sol. Así que, no, no puedes dejar de aplicarte la crema porque te hayas llevado naranjas a la playa.
«Una dieta saludable puede ayudar a dar a la piel los componentes básicos que necesita para funcionar correctamente, pero eso debe sumarse a los comportamientos de seguridad frente al sol, como el uso de protección solar, la búsqueda de la sombra durante las horas punta y el uso de sombreros y gafas», dice. «Es más bien una red de seguridad para minimizar los daños colaterales o cualquier daño que se produzca a pesar de tus mejores esfuerzos de protección solar».
En general, si realmente prefieres una opción natural, entonces busca protectores solares con bloqueadores físicos de óxido de zinc y/o dióxido de titanio como ingredientes activos. (Se trata de bloques minerales que reflejan la luz, en lugar de bloques químicos que absorben los rayos UV.)
Si te gusta tu piel y no quieres lidiar con el cáncer de piel o las arrugas prematuras, no te metas con el protector solar de bricolaje y no esperes que tu impresionante consumo de frutas y verduras te salve. «Tenemos grandes formas de protegernos de esa exposición y te recomiendo que utilices los productos que están disponibles comercialmente», dice Zeichner.
Consigue ese protector solar -quizá el nuevo y divertido tipo de gel- y envuélvete en él.
Este artículo apareció originalmente en New York Magazine. 2016 Todos los derechos reservados. Distribuido por Tribune Content Agency.
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