Las reseñas de libros son aportaciones importantes a un sistema más amplio de publicaciones académicas del que depende simbióticamente la profesión académica, y en una columna anterior de consejos profesionales argumenté que todos los académicos -independientemente de la etapa de su carrera- deberían reservar tiempo de vez en cuando para escribirlas. A los estudiantes de posgrado a los que se les dice que no deben perder su tiempo revisando libros se les está enseñando, implícitamente, a calcular su tiempo únicamente en términos de pérdidas y ganancias individuales. Si este tipo de actitud se reprodujera en toda la academia, la vida intelectual, en mi opinión, se empobrecería más como consecuencia de ello.
Tal vez le haya convencido esta columna y esté de acuerdo en que escribir reseñas de libros académicos es una excelente manera de hacer una contribución al servicio de la profesión. Si es así, se lo agradezco. Pero tal vez también sea usted un académico novel, inseguro de por dónde empezar. Eso sería totalmente comprensible. Al igual que muchas prácticas académicas, las reseñas de libros pueden parecer un juego de iniciados: los que ya entienden las reglas no escritas juegan con frecuencia, mientras que los que no lo hacen nunca son invitados a participar. Esta columna, por tanto, pretende desmitificar el proceso con una guía básica para escribir reseñas de libros académicos y conseguir que se publiquen.
Contrariamente, lo mejor es empezar explicando cómo conseguir que se publiquen las reseñas. A grandes rasgos, hay dos maneras en que los editores de revistas académicas y otras publicaciones periódicas solicitan escritores de reseñas de libros: 1) encargo proactivo y 2) encargo reactivo. El encargo proactivo es aquel en el que el editor busca a los posibles autores de reseñas y solicita su contribución. Obviamente, es más probable que se le solicite si ya tiene una reputación establecida en su campo de especialización, y algunas revistas sólo publicarán reseñas que hayan sido encargadas proactivamente. Sin embargo, la mayoría de las revistas también aceptan encargos reactivos, en los que un escritor potencial se pone en contacto con él y le propone una reseña, y muchas aceptan encargos de estudiantes de posgrado.
Si está dispuesto a escribir su primera reseña de un libro, un encargo reactivo es probablemente el camino a seguir. Algunas revistas publican o anuncian los libros que tienen disponibles para ser reseñados, y entonces sólo es cuestión de presentarse a uno de ellos. O, si todo lo demás falla, puede intentar enviar un correo electrónico directamente a un editor y sugerirle un libro recién publicado que considere relevante para el área temática de la revista de ese editor. Es posible que determinados libros se consideren inapropiados o que ya hayan sido asignados, pero la respuesta suele ser receptiva y no debería llevar más de dos o tres intentos buenos y concertados antes de que haya conseguido su primera oportunidad.
Así que ya tiene un libro para reseñar y una seguridad razonable de que se publicará si hace un buen trabajo. ¿Qué debería escribir? Algunos académicos, incluso los más veteranos, ven las reseñas como una oportunidad para exponer ampliamente sus propios puntos de vista. Esto no es lo que usted (o ellos) deberían hacer. No olvide que está escribiendo sobre un libro y que probablemente sólo tiene entre 800 y 1.000 palabras para hacerlo. Aunque a tus lectores les interese tu opinión, lo que más les interesa es conocer el libro en sí y saber si ellos mismos podrían querer leerlo. Téngalo en cuenta.
De hecho, al igual que otros géneros de escritura académica, como los artículos de revistas y las propuestas de investigación, las reseñas académicas de libros tienden a tener una estructura estándar, incluso formulista. Aunque, por supuesto, esto puede variar ligeramente según la disciplina y/o el lugar de publicación, mi consejo es, en caso de duda, utilizar el siguiente marco, con un párrafo para cada una de las siete secciones siguientes:
Introducción. Todo buen escrito académico debe tener una introducción, y las reseñas de libros no son una excepción. Abre con una descripción general del tema y/o problema que aborda la obra en cuestión. Piense, si es posible, en un gancho para atraer a sus lectores.
Resumen del argumento. Su reseña debe resumir, de la manera más concisa posible, el argumento del libro. Incluso las colecciones editadas y los libros de texto tendrán características particulares destinadas a distinguirlos en el proverbial mercado de las ideas. ¿Cuál es, en definitiva, la razón de ser de este libro? Si hay una declaración de tesis identificable, puede considerar citarla directamente.
Sobre el autor o los autores. Es necesario contar con alguna información biográfica básica sobre el autor o los editores del libro que estás reseñando. ¿Quiénes son? ¿Por qué son conocidos? ¿Qué tipo de cualificación y experiencia aportan al tema? ¿Cómo podría encajar la obra que está reseñando en una trayectoria de investigación o profesional más amplia?
Resumen del contenido. Debe incluirse una indicación razonablemente exhaustiva de los métodos de investigación utilizados (si procede) y de la gama de material sustantivo cubierto en el libro.
Fuerza. Identifique un área concreta en la que, en su opinión, el libro es bueno. Lo ideal sería que este fuera su mayor punto fuerte como obra académica.
Debilidad. Identifique un área particular en la que cree que el libro podría mejorarse. Aunque este punto débil puede estar relacionado con algo que usted considere incorrecto, es más probable que sea algo que el autor haya omitido o no haya abordado con suficiente detalle.
Conclusión. Termine su reseña con una declaración final que resuma su opinión sobre el libro. También debes identificar explícitamente un rango de audiencias que crees que apreciarían la lectura o se beneficiarían del libro.
Escribir buenas reseñas académicas de libros se hace más fácil con la experiencia, como cualquier otra habilidad. Y siempre que cumpla con los plazos de entrega y sea receptivo a cualquier cambio que su editor desee que implemente, sus oportunidades de hacer contribuciones en este género y a las actividades colectivas de una comunidad comprometida con el avance del conocimiento sólo aumentarán con el tiempo. Lo único que tiene que hacer es dar ese primer paso.