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Últimamente parece que todos los días son el Día de la Guerra de las Galaxias, pero hoy realmente lo es porque «May the Fourth» suena un poco a la frase «may the force…be with you». Y así, en todo el mundo, sin ninguna razón más que la de ser un juego de palabras medianamente ingenioso, la gente celebra el Día de Star Wars. (Y lo han hecho desde 2011 ) Para los bibliófilos, este puede parecer un día que los deja fuera, ya que todos sabemos que Star Wars es solo un logro cinematográfico de apropiación de la cultura pop, efectos especiales y diálogos cursis. Pero en forma de libro, La guerra de las galaxias es un monstruo. No sólo hay más libros de La Guerra de las Galaxias que películas, sino que las horas que los fans han pasado leyendo esos libros probablemente superan incluso las horas que hemos pasado quejándonos de Jar-Jar Binks.
Así que, para el 4 de mayo, echa un vistazo a cinco datos sobre los libros de La Guerra de las Galaxias que te harán querer leerlos, releerlos o volver a escribir tu propia ficción sexy de los Ewoks.
El primer libro de La Guerra de las Galaxias, publicado seis meses antes del estreno de la película, confundió a todo el mundo
Debido a que La Guerra de las Galaxias se iba a estrenar inicialmente en el invierno de 1976, los materiales promocionales previos al estreno salieron al mundo antes. Es cierto que las novelizaciones sobre películas populares suelen salir a la venta uno o dos meses antes de la película que adaptan, pero en 1976, tener una novela titulada La guerra de las galaxias: de las aventuras de Luke Skywalker colgada en las librerías todo un medio año antes del estreno de la película creó un fenómeno extraño y único. El libro se publicó en noviembre de 1976 y en febrero de 1977 ya estaba en su segunda tirada. Para algunos, esto creó el mito urbano de que La guerra de las galaxias fue un libro «primero», lo que semánticamente hablando, en términos de lanzamiento al público, es más o menos cierto. El autor de la novela es «George Lucas», lo que también es cierto de forma indirecta, ya que este libro se basó en su guión. Sin embargo, la novelización fue escrita por el gigante de la ciencia ficción y los medios de comunicación Alan Dean Foster. No es de extrañar que Foster escribiera varias versiones en libro de episodios de Star Trek antes de hacer la novelización de Star Wars, y que a día de hoy (además de su propio trabajo) siga haciendo novelizaciones de grandes películas. En 2009, la película de Star Trek de J.J. Abrams sacó una novelización de ese guión. Adivina quién escribió ese libro?
El segundo libro de Star Wars de la historia se escribió como una posible secuela de bajo presupuesto
Mientras no se sabía si Star Wars iba a ser un éxito, los libros Ballantine/Del Rey y Lucas habían encargado a Foster que escribiera una segunda novela de Star Wars llamada Splinter of the Mind’s Eye, que finalmente se publicó en 1978. Esta vez, en lugar de esconderse bajo el nombre de George Lucas, Alan Dean Foster recibió todo el crédito por su novela. Ésta fue la primera novela «original» de La Guerra de las Galaxias, e incluso intentó «explicar» cómo funcionaba la Fuerza introduciendo un elemento llamado «el cristal kaiber». Hoy en día, los «cristales kyber» aparecen en los diversos dibujos animados canonizados de La Guerra de las Galaxias y forman parte de cómo y por qué los sables láser supuestamente «funcionan».»
Extrañamente torpe, y extrañamente lenta, esta novela fue escrita en parte para ser una secuela de bajo presupuesto de La Guerra de las Galaxias, siempre y cuando a la película no le fuera bien, lo que, en realidad, nadie pensó que haría. Por esta razón, hay muy poca tecnología nueva introducida en el libro, la mayor parte de la acción tiene lugar en un planeta pantanoso (la niebla es un efecto especial barato), y Han Solo no aparece en absoluto. Por aquel entonces, Harrison Ford no estaba seguro de querer hacer otras películas de Star Wars, así que tener a Han ausente en una secuela era esencial. Y pensar ahora, todos estos años después, que la única estrella de Star Wars que todo el mundo debe ver es Han Solo.
La novela de 1990 de Timothy Zahn, Heredero del Imperio, influyó en la redacción de las precuelas de La Guerra de las Galaxias por parte de George Lucas
En 1990, mucho antes de que se gestara cualquier nuevo bombo cinematográfico sobre La Guerra de las Galaxias, el autor de ciencia ficción Timothy Zahn escribió una trilogía de libros (empezando por Heredero del Imperio) ambientados después de los acontecimientos de El Retorno del Jedi. Aunque estos libros introdujeron un montón de personajes y acontecimientos favoritos de los fans de La Guerra de las Galaxias, un elemento concreto inventado por Zahn llegó más tarde a las películas reales de La Guerra de las Galaxias. Antes de estos libros y de las precuelas, se daba a entender que el Imperio y la Antigua República habían operado desde un planeta central «ciudad capital» en algún lugar del centro de esta galaxia inventada. Zahn dio a este planeta un nombre: Coruscant, que Lucas utilizó directamente en La amenaza fantasma de 1999. Incluso las descripciones de este planeta fueron tomadas directamente no sólo de los libros de Zahn, sino de otras novelas y cómics de Star Wars, incluyendo la oscura serie Imperio Oscuro, y la serie de novelas y cómics Sombras del Imperio. En las posteriores precuelas de La Guerra de las Galaxias, una gran parte de la acción tiene lugar en Courscant, un planeta que podría no haberse inventado de no ser por las novelas de La Guerra de las Galaxias.
El autor de la novela de El Imperio Contraataca tiene una página web con porno de casi dinosaurios y se atribuye parte del mérito de la creación de «He-Man»
El escritor de cómics y dibujos animados para televisión Donald F. Glut escribió la novela de El Imperio Contraataca, que se publicó en mayo de 1980, unos meses antes de la película. El libro contiene todo tipo de «errores» de La Guerra de las Galaxias, incluyendo a Vader con un sable láser azul (en lugar de rojo), a Yoda con la piel azul (en lugar de verde) y a un Han Solo menos coqueto, sobre todo porque se cambiaron muchos diálogos durante el rodaje. (Por ejemplo, el infame intercambio «Te quiero/lo sé» nunca habría entrado en esta novelización, ya que ocurrió en el set, no en el guión). También hay una escena en la que se sugiere que Yoda tiene algunos manuscritos escritos a mano, lo que va totalmente en contra del universo de Star Wars sin papel al que estamos acostumbrados. (Más fascinante que la novelización en sí, es el escritor de la misma: Donald F. Glut. No sólo escribió para los dibujos animados de los 80 Los amos del universo, sino que intentó cobrar los derechos de autor de algunos de los personajes cuando se vendieron como juguetes, pero perdió ante Mattel en los tribunales.
Pero lo más extraño de él es su propia página web personal llamada Don Glut’s Dinosaurs. Aquí, el autor de la versión en libro de El Imperio Contraataca muestra fotografías de su colección personal de huesos de dinosaurio, juguetes de dinosaurio y estatuas de dinosaurio a escala. La mayoría de estas fotografías van acompañadas de mujeres casi desnudas que parecen haber salido directamente de las páginas de las Playboys que mi padre tenía por casa cuando yo era un niño en los años 80. Cuando empieces a pensar que la propia Guerra de las Galaxias no tiene sentido, trata de entender el extraño dino-porno de Glut. La propia Guerra de las Galaxias empieza a parecer un documental árido después de visitar esta página web.
El famoso novelista de fantasía Terry Brooks escribió la novelización de La Amenaza Fantasma (¡y también de Hook!)
Así es, al autor que escribió la famosa serie La Espada de Shannara se le pidió que novelizara los acontecimientos de la película de La Guerra de las Galaxias más ridiculizada y odiada de todas. Curiosamente, esta versión comienza con una dura carrera de vainas que rivaliza con cualquier acción contenida en la película. Al igual que muchas novelizaciones, este libro se publicó unas semanas antes del estreno de la película, pero se editó en tapa dura completa con varias sobrecubiertas alternativas disponibles. El libro también contiene toneladas de información de fondo sobre los Sith y por qué están tan decididos a conseguir su venganza. Al parecer, Brooks mantuvo una larga conversación telefónica con Lucas para aclarar todo esto. La novela también prefigura (posiblemente de forma intencionada) acontecimientos específicos que no se revelarían hasta las dos películas posteriores de Star Wars. De este modo, la novelización de La amenaza fantasma fue la piedra Rosetta secreta de La guerra de las galaxias de 1999, sólo que nadie lo sabía entonces.
En 1999, conseguir que Terry Brooks escribiera la versión novelada de la primera nueva película de La guerra de las galaxias en más de una década fue un golpe de efecto; es un escritor superpopular que no sólo inspiró a una generación de fantasiosos, sino también a incondicionales de la literatura. (Karen Russell se deshace en elogios hacia Brooks en este ensayo del New Yorker). Pero Terry Brooks no era ajeno a las extrañas madrigueras de la escritura. Además de escribir la novelización de esta precuela de la franquicia cinematográfica de Star Wars, también escribió la novelización de Hook en 1991. Hook, por supuesto, es como un reinicio de Peter Pan. Esto hace que la escritura de Brooks de la novelización de Hook sea aún más extraña que su adaptación de La amenaza fantasma. De hecho, puede ser el único acto de escritura de este tipo: adaptar un guión a un libro, pero el guión es en realidad un remake/reimaginación de una famosa obra de teatro, que también fue, en un momento dado, un libro.
¡Hay aún más cosas que amar de los locos libros de Star Wars! Pero por ahora, sólo recuerda que incluso la serie de películas más famosa de todos los tiempos sería muy diferente si no fuera gracias a los libros que la rodean, la penetran y, de alguna manera, unen su galaxia…
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