El elefante marino, también llamado elefante de mar, cualquiera de los dos mayores pinnípedos (mamíferos acuáticos del suborden Pinnipedia): el elefante marino del norte (especie Mirounga angustirostris), que ahora se encuentra principalmente en las islas costeras de California y Baja California; o el elefante marino del sur (M. leonina), que se encuentra en todas las regiones subantárticas. Los elefantes marinos son animales gregarios que reciben su nombre por su tamaño y por el hocico inflable y en forma de trompa del macho. Pertenecen a la familia Phocidae.
El elefante marino del norte es amarillento o gris-marrón, y el del sur es azul-gris. La especie del sur tiene un extenso período de muda en el que se desprenden considerables manchas de pelo y piel. Los machos de ambas especies alcanzan una longitud de aproximadamente 6,5 metros (21 pies) y un peso de unos 3.530 kg (7.780 libras) y son mucho más grandes que las hembras, que alcanzan los 3,5 metros y pesan 900 kg. Los elefantes marinos se alimentan de peces y de calamares u otros cefalópodos. La especie del norte no es migratoria; el elefante marino del sur, al igual que la forma del norte, se reproduce y muda en tierra, pero pasa el invierno en el mar, posiblemente cerca de la banquisa. Durante la temporada de cría, los elefantes marinos se vuelven agresivos entre sí. Los toros luchan por establecer territorios a lo largo de las playas y por conseguir harenes de hasta 40 vacas. Las vacas producen anualmente una sola cría de color negro pardo. Se aparean unas tres semanas después del parto y se produce un periodo de latencia de tres meses antes de que el óvulo fecundado se implante. El embarazo total dura unos 11 meses. Ambas especies han sido cazadas por su aceite y en el siglo XIX se redujeron casi hasta la extinción; sin embargo, bajo protección, han aumentado gradualmente en número y su supervivencia ya no está amenazada.