La superproducción en 3D sobre el Everest, que cuenta la historia del desastre que se produjo en la montaña en 1996, ha sido fuertemente criticada por el autor Jon Krakauer. Krakauer, de 61 años, es uno de los supervivientes de la terrible tormenta que provocó la muerte de ocho personas, y escribió un relato de la tragedia, Into Thin Air, que se convirtió en un bestseller en 1997.
En una entrevista concedida al LA Times, Krakauer tachó la película de «auténtica patraña», y añadió que su director, Baltasar Kormákur, no se puso en contacto con él para que diera su opinión sobre la historia.
Krakauer había viajado al Everest para escribir un artículo para la revista estadounidense Outside, y estaba integrado en Adventure Consultants, un grupo de escaladores dirigido por el guía neozelandés Rob Hall, que murió en el desastre.
El escritor dijo en la entrevista que estaba consternado por su propia representación en la película, en la que es interpretado por el actor Michael Kelly. La película sugiere que Krakauer fue abordado por un guía ruso, Anatoli Boukreev, para que le ayudara en las labores de rescate, pero que se negó alegando que era ciego para la nieve.
«Nunca tuve esa conversación», dijo Krakauer al periódico. «Anatoli llegó a varias tiendas, y ni siquiera los sherpas pudieron salir. No estoy diciendo que hubiera podido, o que lo hubiera hecho. Lo que digo es que nadie vino a mi tienda a preguntar».
En el año posterior a la catástrofe, Krakauer y Boukreev se enfrentaron por sus diferentes versiones de lo que ocurrió en la montaña aquel día. El principal punto de discordia fue la decisión de Boukreev de descender de la cumbre, dejando atrás a sus clientes, a pesar de que más tarde volvió a subir a la montaña para salvar a varios escaladores.
Boukreev murió en 1997, atrapado en una avalancha durante un ascenso al Annapurna, pero no antes de publicar una refutación de las críticas de Krakauer en su propio libro, The Climb.
El director de la película dijo que su retrato de Krakauer no pretendía ser «malicioso».» «Nuestra intención en la escena de la tienda de campaña que menciona el señor Krakauer era ilustrar lo indefensa que estaba la gente y por qué no podrían haber salido a rescatar a la gente», escribió Kormákur en un correo electrónico a LA Times.
Kormákur añadió que había buscado el consejo de la gente que estaba en la montaña durante el desastre, entre ellos el alpinista estadounidense David Breashears, que estaba haciendo una película Imax sobre el Everest cuando se produjo la tormenta. «Los guionistas y yo tratamos de ver las cosas desde un punto de vista justo sin elegir bandos», dijo.
Krakauer continuó diciendo que se arrepentía de haber participado en la expedición. «El Everest no es escalada de verdad», dijo. «Es gente rica escalando. Es un trofeo en la pared, y han terminado… Cuando digo que desearía no haber ido nunca, lo digo de verdad.»