Dolor de rodilla: causas, síntomas, tratamiento y ejercicios

El dolor de rodilla es uno de los problemas más comunes que escuchamos en Rebalance Sports Medicine. Las rodillas pueden lesionarse por un traumatismo, un esfuerzo repetitivo o como resultado de deficiencias en el control motor y el equilibrio muscular. En cualquier caso, es importante que un profesional médico evalúe su dolor de rodilla, ya sea un fisioterapeuta, un quiropráctico o un médico deportivo. Es importante que busque tratamiento para su dolor de rodilla lo antes posible para evitar el desarrollo de estrategias de compensación obstinadas que hacen que el proceso de rehabilitación sea más largo y difícil.

¿Por qué la articulación de la rodilla es única?

La rodilla está construida para soportar y transferir peso durante toda la vida. Las articulaciones que componen la rodilla son:

  1. Articulación tibiofemoral – hueso del muslo a la espinilla
  2. Articulación patelofemoral – tapa de la rodilla al hueso del muslo
  3. Articulación tibiofibular superior – en la parte exterior de la espinilla, justo debajo de la rodilla, que conecta los dos huesos inferiores de la espinilla entre sí.

La articulación de la rodilla es compleja debido a las estructuras meniscales (cartílago) que se encuentran entre la articulación tibiofemoral. Estas dos estructuras anulares cartilaginosas profundizan el surco de la rodilla, proporcionando lubricación articular, nutrición y también proporcionan información sensorial a nuestro cerebro. El menisco puede lesionarse con un movimiento brusco, una mala mecánica, o puede desgastarse con la edad y con las malas estrategias de movimiento repetitivas.

Junto con el menisco hay varios ligamentos, músculos, tendones y bursas que forman parte del complejo de la rodilla y cada una de estas estructuras puede ser también la causa del dolor de rodilla.

¿Cuáles son las causas del dolor de rodilla?

Esguinces de ligamentos

Los ligamentos conectan hueso con hueso y rodean las articulaciones para ayudar a la estabilidad articular con el fin de evitar el exceso de movimiento en la rodilla. Cuando se produce un esguince de rodilla, se pueden alterar uno o varios de los ligamentos. Estos ligamentos se estiran cuando la rodilla se lleva más allá de sus límites naturales. Esto ocurre generalmente como resultado de un traumatismo o de un acontecimiento específico, pero a veces también puede ocurrir gradualmente cuando hay problemas de alineación ósea y de desequilibrio muscular. Los cuatro ligamentos principales de la rodilla son el ligamento cruzado anterior (LCA), el ligamento cruzado posterior (LCP), el ligamento colateral medial (LCM) y el ligamento colateral lateral (LCL). Siempre es importante acudir a un profesional médico si cree que se ha producido un esguince de rodilla.

Distensiones musculares o tendinopatías

Hay numerosos músculos que cruzan la rodilla por delante, por detrás, por los lados y por encima de la rótula. Cuando se exige demasiado a uno o varios de estos músculos, pueden sufrir una distensión y se producirá una respuesta inflamatoria. Esto puede ocurrir instantáneamente cuando se lesionan o puede ocurrir durante un período de tiempo con la carga repetitiva de una manera disfuncional. La parte del músculo que se une al hueso (el tendón) también puede lesionarse de forma similar, ya sea por una contracción forzada del músculo o por una carga repetitiva no adaptativa. Cuando el tendón pasa por ciclos en los que se lesiona, se cura y se vuelve a lesionar, las células del tendón empiezan a no estar sanas y pueden morir permanentemente. Por este motivo, debe acudir a un profesional cualificado, como un fisioterapeuta o un quiropráctico, al inicio de cualquier lesión muscular o tendinosa. Su profesional sanitario de confianza identificará el problema de raíz y le ayudará a fortalecer el músculo y el tendón para evitar que vuelva a lesionarse en el futuro.

Bursitis de rodilla

Las bursas son pequeñas cavidades llenas de líquido que están colocadas específicamente para evitar la fricción cuando los músculos y los tendones se deslizan y se deslizan sobre el hueso y otros tejidos. Las bursas pueden irritarse y lesionarse cuando hay un uso excesivo o una presión excesiva sobre la articulación de la rodilla. Hay 11 bursas en la rodilla. Dos de las zonas más comunes de bursitis en la rodilla son: (1) la zona supra rotuliana (por encima de la rótula) y la zona pes anserina (por debajo y hacia el interior de la rodilla). Aunque esta afección puede ser extremadamente dolorosa, puede tratarse con éxito mediante fisioterapia. Haga clic aquí para obtener más información sobre la bursitis.

Las lesiones de menisco

Las lesiones de menisco pueden ser degenerativas y desarrollarse durante largos periodos de tiempo o pueden producirse de forma instantánea con un traumatismo que probablemente sea el resultado de una fuerza de torsión excesiva sobre una rodilla doblada. Los signos y síntomas más comunes de una lesión de menisco incluyen chasquidos y/o chasquidos profundos en la rodilla, bloqueo de la rodilla (sensación de que está atascada y necesita ser sacudida) además de dolor al girar, pivotar o caminar sobre superficies irregulares. También puede notar cierta hinchazón y que no puede enderezar completamente la rodilla al ponerse de pie. Los estudios científicos indican que la mayoría de las lesiones de menisco responden mejor al tratamiento conservador y no a la cirugía. Si sospecha que se ha lesionado el menisco, es importante que le evalúe un fisioterapeuta o quiropráctico para determinar el mejor tratamiento. Haga clic aquí para saber más sobre las lesiones de menisco en la rodilla.

Síndrome de dolor patelofemoral

Se trata de un síndrome generalizado que se caracteriza por un dolor anterior (o en la parte delantera de la rodilla) que suele estar causado por un mal desplazamiento de la rótula a lo largo de los surcos formados por el fémur. La rótula es el mayor sesamoideo (o hueso flotante) del cuerpo y tiene el cartílago más grueso. Los músculos y el tejido conjuntivo que rodean y se adhieren a la rótula tiran de ella y la guían cuando doblamos y enderezamos las rodillas (idealmente a través del centro de la ranura). Cuando hay desequilibrios musculares o una alineación disfuncional del pie, la rodilla o la cadera, y/o hay otros factores que hacen que la rótula se deslice fuera del surco y las pistas, se producirá dolor de rodilla. Esta afección puede controlarse con éxito mediante un tratamiento de fisioterapia, pero no hay una solución rápida. Tendrá que trabajar con diligencia en su programa de fuerza y flexibilidad y puede que tenga que adaptar sus actividades durante un tiempo. Su fisioterapeuta también puede guiarle sobre cómo volver a cargar lenta y gradualmente la articulación de la rodilla para que pueda recuperar la capacidad deseada. Haga clic aquí para obtener más información sobre el síndrome de dolor patelofemoral.

Cambios degenerativos

La artrosis de rodilla puede producirse a medida que envejecemos y suele presentarse en personas de mediana a avanzada edad. El proceso degenerativo y el desgaste natural de la articulación de la rodilla también pueden ocurrir antes en la vida si ha habido una lesión traumática en la rodilla o una cirugía previa. Durante este proceso natural de degeneración (similar a las arrugas que se desarrollan en nuestra piel) el cartílago que recubre los huesos de la articulación de la rodilla comienza a adelgazar y desgastarse. A medida que el cartílago se adelgaza, puede haber más presión contra las superficies óseas de la articulación. El aumento de la presión puede estimular una respuesta en el hueso causando un engrosamiento del mismo así como excrecencias óseas (osteofitos). Esta secuencia de acontecimientos puede provocar inflamación, dolor y rigidez en la articulación de la rodilla. Para evitar un mayor desgaste y también para controlar el dolor y las molestias, es importante mantener fuertes y flexibles los músculos que influyen en la rodilla. También es útil mantener una masa corporal sana y un estilo de vida activo. Los fisioterapeutas y los quiroprácticos pueden ayudarle a superar un brote y aconsejarle un programa individualizado en casa para que aprenda a controlar su enfermedad con éxito. Haga clic aquí para obtener más información sobre la osteoartritis.

Condromalacia rotuliana

Como se ha mencionado anteriormente, el cartílago situado detrás de la rótula es el más grueso del cuerpo. Esto refleja la cantidad de fuerza y presión que se dirigirá a través de la articulación de la rodilla, el cuádriceps y a través de la rótula durante toda la vida. Con esta condición, el cartílago detrás de la rótula comienza a deteriorarse y desgastarse. Normalmente, este proceso es instigado por una mala alineación de la rótula a lo largo del fémur en combinación con actividades de carga repetitiva. A menudo, los desequilibrios musculares alrededor de la cadera, los pies y la rodilla pueden estar relacionados y la corrección de estos desequilibrios puede ayudar a mejorar la alineación de los huesos, así como el seguimiento de la rótula. Esta estrategia de tratamiento puede detener la progresión de la condición y puede mantener los síntomas bajo control mientras que todavía puede participar en las actividades que le gustan. Su fisioterapeuta de confianza en Rebalance le ayudará a evaluar su rodilla y a desarrollar un programa de tratamiento individualizado que hará que su rótula vuelva a funcionar.

La radiculopatía lumbar como causa del dolor de rodilla

En algunos casos, puede experimentar dolor en la rodilla pero el origen del dolor proviene de la parte baja de la espalda. Hay nervios que salen de su espalda baja y viajan por su pierna para inervar los músculos, la piel y los tejidos de la parte inferior del cuerpo. Si uno de esos nervios se irrita o se comprime, puede remitir el dolor a la pierna. Hay nervios específicos que pueden provocar dolor alrededor de la rodilla. Si tiene esta afección, también puede experimentar dolor y/o rigidez en la parte baja de la espalda e incluso puede notar que determinadas posturas de la espalda influyen en el dolor de rodilla. Es importante que su fisioterapeuta o quiropráctico de confianza le haga una evaluación exhaustiva para determinar el verdadero origen de su dolor y así poder orientar el tratamiento a la zona correcta del cuerpo.

¿Cómo pueden ayudarle la fisioterapia, la quiropráctica y la terapia de masaje a recuperarse del dolor de rodilla?

Un equipo de profesionales sanitarios puede personalizar sus tratamientos para abordar su lesión específica y ayudarle a volver a sus objetivos de estilo de vida, ya sea subir las escaleras sin dolor, correr, esquiar o cualquier otra cosa que sea importante para usted. Los tratamientos con su fisioterapeuta o quiropráctico de confianza suelen comenzar con estrategias de control del dolor. Su terapeuta puede utilizar modalidades como el láser, los ultrasonidos, la acupuntura o la aguja seca para ayudarle. Una vez controlado el dolor, el fisioterapeuta o quiropráctico utilizará técnicas manuales para mejorar la movilidad de las articulaciones de la cadera, la rodilla o el tobillo mediante movilizaciones y manipulaciones. También le darán ejercicios que mantendrán los logros del tratamiento y le ayudarán a desarrollar fuerza y control en la extremidad inferior. La liberación de los tejidos blandos es también un aspecto importante de los cuidados. Parte de esto será realizado por su fisioterapeuta o quiropráctico y, en algunos casos, puede ser necesaria la derivación a un masajista registrado. Se tratará la educación relativa a las modificaciones del estilo de vida, el ritmo, la reeducación de la postura y la reintegración gradual de las actividades. El terapeuta también puede recomendar una rodillera o cinta para apoyar la rodilla y, en algunos casos, se pueden recomendar aparatos ortopédicos. También contamos con el apoyo de nuestros reconocidos médicos especialistas en medicina deportiva para obtener conocimientos e información si su tratamiento no progresa como imaginaba. Si su dolor de rodilla no se ha resuelto en 1-2 semanas o está empeorando desde su inicio, es muy recomendable que busque el consejo de un Fisioterapeuta o Quiropráctico de confianza que realizará una evaluación exhaustiva y ofrecerá estrategias de tratamiento conservador que pueden ayudarle a volver a la normalidad.

¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de un dolor de rodilla?

Dependiendo de la causa, la gravedad, la duración del dolor y su capacidad para obtener el tratamiento adecuado, la recuperación puede llevar desde unas semanas hasta unos meses. En algunos casos, como cuando hay un gran desgarro de menisco o una rotura completa del LCA, puede ser necesaria la cirugía artroscópica. Si se requiere la cirugía, siempre es mejor recibir rehabilitación prequirúrgica (prehab) y postquirúrgica (rehab) para asegurar que su cirugía sea un éxito. Recuerde que debe ser paciente y constante con su programa de ejercicios en casa prescrito. Tenga en cuenta que su fisioterapeuta o quiropráctico de confianza ve este tipo de afecciones con regularidad y será la persona más indicada para aconsejarle el mejor tratamiento. Ellos le informarán si sus síntomas no están evolucionando como se esperaba y si debe reservar una consulta con un médico de medicina deportiva para realizar más investigaciones u opciones de tratamiento alternativas.

¿Cuáles son los mejores ejercicios para ayudar a su dolor de rodilla?

Un programa completo debe abordar el rango de movimiento de la cadera, la rodilla y el tobillo e incorporará un programa de fortalecimiento graduado. Los ejercicios siempre deben ser individualizados según sus necesidades y objetivos particulares.

Algunos de los ejercicios más comunes están vinculados a continuación, para ayudarle a empezar. Estos ejercicios deben realizarse en un rango libre de dolor y modificarse o detenerse si el dolor aumenta durante o después del movimiento. Para los ejercicios centrados en el control motor, es importante realizarlos en perfecta forma y de forma lenta y controlada 2-3 series de 10-15 repeticiones.

Squat para la fuerza y el control motor

Saltar para la fuerza y el control motor

Levantar la pantorrilla para la fuerza y el control motor

Subir y bajar el escalón para la fuerza y el control motor

Estirar la pantorrilla (dos formas) para la flexibilidad

¿Cómo tratar el dolor de rodilla en casa?

  1. Si usted tiene un dolor agudo en la rodilla, es posible que desee probar el hielo en primer lugar, especialmente si parece que hay hinchazón o que recientemente se lesionó la rodilla en el último día o así. Si el dolor se ha ido desarrollando gradualmente a lo largo del tiempo, o ha sido persistente durante algún tiempo, entonces el calor podría ser la mejor opción. También puede optar por aplicar ambas cosas de forma intermitente, siempre que le ayuden a aliviar los síntomas y le hagan sentir mejor después de su aplicación. Recuerde siempre proteger su piel de las temperaturas calientes o frías utilizando un paño fino o una toalla húmeda entre la fuente de calor o frío y su piel. Realiza siempre comprobaciones de la piel para asegurarte de que no se irrita. Intente no dejar el calor o el frío sobre la piel durante más de 10 minutos seguidos y asegúrese de dejar que la piel vuelva a la temperatura ambiente antes de volver a aplicarlo.
  2. También debe intentar comprender las posiciones y actividades que agravan su dolor de rodilla. Intente modificar estas posiciones o evitarlas temporalmente hasta que pueda reintroducirlas gradualmente en su rutina.
  3. Si nota que la movilidad de su rodilla está empezando a cesar, intente trabajar su rango de movimiento (ROM) con movimientos suaves.Doble y estire su rodilla 10 veces cada pocas horas dentro de un rango libre de dolor para que no se vuelva rígida.Realice un poco de fortalecimiento isométrico (sin movimiento en la articulación pero con los músculos encendidos) de los músculos.
    1. Cuádriceps isométrico – Acostado sobre su espalda, con una pequeña toalla enrollada debajo de la rodilla, presione la parte posterior de la rodilla en la toalla y apriete el grupo muscular del cuádriceps. Mantenga durante 5 segundos, suelte suavemente y repita.
    2. Isquiotibiales isométricos – Tumbado de espaldas, doble la rodilla de forma que el talón pueda apoyarse en el suelo con el pie flexionado, clave el talón en el suelo como si tirara del talón hacia los glúteos. Deberías sentir cierta activación en el grupo muscular de los isquiotibiales. Mantenga durante 5 segundos y suelte suavemente. Repita.
  4. Si el dolor continúa y no responde a las estrategias mencionadas, entonces podría estar indicado un medicamento antiinflamatorio o para el dolor de venta libre, hable con su farmacéutico y/o médico de cabecera para que le ayude a orientarse.

Si su dolor de rodilla continúa, le recomendamos encarecidamente que visite a un fisioterapeuta o quiropráctico de confianza para que pueda realizar una evaluación completa de su rodilla y determinar un plan de tratamiento que le ayude a recuperarse rápidamente. Los fisioterapeutas y quiroprácticos de Rebalance Sports Medicine tienen una gran experiencia y conocimientos sobre la rodilla y están aquí para ayudarle si lo necesita. Póngase en contacto con nosotros para reservar su consulta inicial hoy mismo.

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