Dolor de espalda

¿Qué es el dolor de espalda?

El dolor de espalda se refiere al intenso dolor en la parte baja de la espalda que muchas mujeres sienten durante (e incluso entre) las contracciones cuando están dando a luz. Puede ser muy incómodo, pero no significa que algo esté mal con su bebé.

¿Qué causa el dolor de parto de espalda?

Este dolor suele atribuirse a la presión de la cabeza de su bebé contra la parte baja de la espalda, pero también pueden intervenir otros factores.

Una teoría no demostrada pero interesante es que el dolor es «referido» a la parte baja de la espalda desde el útero. Esta idea está respaldada por el hecho de que algunas mujeres se quejan de dolor en la parte baja de la espalda cuando tienen cólicos menstruales. Un estudio descubrió que las mujeres que tenían dolor de espalda durante la menstruación eran más propensas a tener dolor de espalda durante el parto.

¿Cómo se siente el parto de espalda?

El trabajo de parto de espalda se siente como un dolor intenso en la parte baja de la espalda que continúa entre las contracciones. El dolor habitual del parto suele ser como los fuertes dolores menstruales que empiezan y terminan, y que aumentan de intensidad con el tiempo. En cambio, las madres dicen que el parto de espalda es un dolor fuerte y continuo que se concentra en la espalda. Tiende a ser más fuerte durante las contracciones y puede llegar a ser especialmente incómodo en el punto álgido de una contracción.

Las madres de la Comunidad BabyCenter describen el trabajo de parto de espalda así:

«Se siente como si alguien te estuviera arrancando la columna vertebral. Lo mejor que me funcionó fue la contrapresión. Mi marido me presionaba todo lo que podía contra la parte inferior de la columna vertebral y eso aliviaba mucho el dolor.»

«Era una línea de base constante de dolor que llegaba en oleadas intensas además del dolor del parto.»

«Mi pequeño estaba boca arriba, y mi suegra me frotaba la espalda con fuerza todo el tiempo que estuve de parto. Si paraba un segundo, chillaba»

«El nivel de dolor subía con cada contracción. La pelota de parto me ayudó, y mientras rebotaba, mi madre tenía una pelota de tenis en un calcetín que me frotaba en la parte baja de la espalda.»

¿El parto de espalda está relacionado con la posición del bebé?

Desde hace tiempo se piensa que el parto de espalda es más frecuente cuando el bebé está de cara al parto, con la parte posterior de la cabeza del bebé presionando la parte ósea de la columna vertebral. Pero no hay estudios que respalden esta idea.

¿Hay alguna forma de saber si voy a tener un parto de espalda?

No, los expertos no conocen ningún factor de riesgo comprobado que le permita anticiparse.

Un pequeño estudio descubrió que las mujeres que tenían dolor de espalda durante el embarazo y las mujeres con sobrepeso eran más propensas a tener dolor de espalda durante el parto.

¿Qué puedo hacer para aliviar el dolor de espalda?

Es posible que no pueda evitar el dolor lumbar durante el parto, pero puede probar una o varias de estas tácticas para ayudar a aliviarlo:

  • Una nueva posición. Ponte a cuatro patas. Esta posición puede aliviar el dolor de espalda al reducir la presión de la cabeza de tu bebé sobre tu columna vertebral. Otras posiciones que pueden ayudar son la de inclinación hacia delante de pie y la de arrodillarse con la pelota de ejercicios. (Echa un vistazo a nuestro vídeo sobre posiciones para aliviar el dolor de parto.)
  • Ejercicios de inclinación de la pelvis. Estos sencillos ejercicios también pueden ayudar a minimizar la presión sobre la columna vertebral.
  • Masaje. Pida a su preparador de parto que le frote la parte inferior de la espalda entre las contracciones o durante ellas, o ambas cosas, según le parezca mejor.
  • Contrapresión. Muchas mujeres descubren que una contrapresión constante en la parte baja de la espalda alivia parte del dolor. Pide a tu preparador de parto que empuje esta zona con sus puños durante las contracciones o que la masajee con una pelota de tenis.
  • Hidroterapia. Tome un baño o una ducha caliente (apunte el cabezal de la ducha hacia la parte baja de la espalda).
  • Calor o frío. Aplique compresas calientes o una bolsa de agua caliente en la zona lumbar. El calor puede aliviar el dolor y proporcionarle algo de comodidad. Por otro lado, algunas mujeres encuentran que las compresas frías son más calmantes o que alternar calor y frío es útil. Puedes probar ambas cosas. Sólo asegúrese de utilizar una toalla para proteger su piel del contacto directo con el calor o el frío.
  • Inyecciones de agua. Se ha demostrado que las inyecciones de agua estéril proporcionan cierto alivio del dolor de espalda. Se trata de un procedimiento en el que se inyectan pequeñas cantidades de agua estéril justo debajo de la piel en cuatro lugares de la zona lumbar. Las inyecciones son temporalmente dolorosas, pero después el alivio del dolor dura unas horas. Nadie sabe con certeza por qué funciona y no está disponible en todas partes.

Comprueba otras técnicas de parto natural que pueden ayudarte a lidiar con el dolor del parto.

Si no te decides por el parto natural y nada te ayuda a controlar el dolor de espalda, considera la posibilidad de ponerte una epidural. En la mayoría de los casos, proporciona un alivio total de todo tipo de dolor de parto, incluido el de espalda.

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