Aunque el fútbol se ha convertido en uno de los deportes más populares del mundo -250 millones de personas lo practican en unos 200 países de todo el mundo- los investigadores se afanan en explicar su origen. Es probable que el juego tenga sus raíces en países como la antigua Roma, China o Grecia. En estos lugares, la historia cuenta que la gente pateaba una pelota hecha de cuero. Según las investigaciones, el periodo en que China, Grecia y la Antigua Roma practicaron el fútbol fue en los siglos II y III. Sin embargo, las reglas del fútbol eran menos complejas en esa época. Está acreditado que Inglaterra cambió el aspecto general del juego y le dio su imagen actual.
Historia del fútbol
En sus inicios, las patadas, los golpes e incluso los puñetazos a los adversarios formaban parte del juego del fútbol siempre que se cumpliera el objetivo. El objetivo primordial de la época era marcar. Se justificaba por el fin y no por los medios. Las reglas empezaron a surgir poco después de que el juego se introdujera en Inglaterra. De hecho, fue en la época en que el fútbol entró en vigor en Inglaterra cuando empezaron a surgir y a arraigar algunas asociaciones que regulaban el juego. La introducción del fútbol en Inglaterra dio lugar a problemas como la violencia y la dejación de funciones. Mucha gente se apasionó por el fútbol, el nuevo deporte que arrasaba en la nación. Esto llevó a su prohibición en 1365 por el rey Eduardo III y a la declaración del rey Jacobo I de Escocia, que afirmó que «ningún hombre debe jugar al fútbol» en 1924. En varios casos, la violencia estallaba cuando los aficionados y los jugadores no estaban satisfechos con el resultado y el juicio.
El desarrollo de las reglas
Las reglas y reglamentos que rigen el fútbol se establecieron en Inglaterra junto con las asociaciones de fútbol. Tras su introducción en los centros de enseñanza, el fútbol (o football en Inglaterra) se separó del rugby y se establecieron reglas. La separación fue el resultado de las reglas introducidas en el fútbol, que prohibían a los jugadores sujetar el balón con las manos, empujar y limitar el uso del balón a los pies, el torso y la cabeza. En 1891, el juego vio la entrada de una regla que fue llamada un cambio de juego – el tiro penal. El tiro pretendía solucionar la mala conducta en el campo, especialmente en los casos en los que el acto tenía lugar alrededor del área penal. Además, la regla se introdujo para resolver muchos problemas que surgían cuando los equipos empataban. En 1970, se añadieron las tarjetas rojas y amarillas al juego. Con las tarjetas, el árbitro podía expulsar a los jugadores rebeldes del campo o utilizar la tarjeta amarilla para amonestarlos. La introducción de la tarjeta fue precedida por la adhesión de la FIFA (Fédération Internationale de Football Association) a la Asociación Internacional de Fútbol de Gran Bretaña. Algunos de los cambios que se han producido en la década de los 90 incluyen la introducción de sanciones en los casos en los que un portero retiene balones pasados deliberadamente hacia atrás por sus compañeros de equipo.