Las orquídeas tienen la reputación de ser plantas quisquillosas y difíciles, pero muchas orquídeas no son más difíciles de cultivar que su planta de interior promedio. Comience con una orquídea «fácil» y luego aprenda los fundamentos del cultivo de orquídeas. Se convertirá en un adicto a estas fascinantes plantas en poco tiempo. Siga leyendo para aprender sobre el cultivo de orquídeas para principiantes.
Cultivo de orquídeas para principiantes
Comenzar con las plantas de orquídeas significa seleccionar la mejor planta para el cultivo de orquídeas para principiantes. Aunque hay muchos tipos de orquídeas, la mayoría de los profesionales están de acuerdo en que la Phalaenopsis (orquídea polilla) se comporta bien en el entorno doméstico medio y es estupenda para los que empiezan.
Una orquídea sana tiene un tallo fuerte y erguido con hojas verdes oscuras y coriáceas. Nunca compre una orquídea que parezca marrón o marchita.
Básicos del cultivo de orquídeas
Luz: La cantidad de luz varía considerablemente, oscilando entre luz alta, media o baja, según el tipo de orquídea. Las orquídeas polilla, sin embargo, prefieren la luz baja, como una ventana orientada al este o con sombra, o un lugar donde la planta reciba el sol de la mañana y la sombra de la tarde. También puede colocar la orquídea bajo una luz fluorescente.
Su planta le dirá si está recibiendo demasiada (o muy poca) luz. Las hojas tienden a volverse más verdes cuando la luz es demasiado escasa, pero pueden volverse amarillas o con aspecto blanqueado cuando la luz es demasiado intensa. Si observa manchas negras o marrones, es probable que la planta esté quemada por el sol y deba trasladarse a una zona con menos luz.
Temperatura y humedad: Al igual que la luz, las preferencias de temperatura de las orquídeas van de bajas a altas, dependiendo del tipo de orquídea. Las orquídeas polilla, sin embargo, se desenvuelven bien en las temperaturas ambientales normales que prefieren la mayoría de las plantas de interior.
La mayoría de las orquídeas prefieren los ambientes húmedos. Si su habitación es seca, coloque la orquídea en una bandeja de humedad para aumentar la humedad en el aire alrededor de la planta.
Agua: El riego excesivo es la causa principal de la muerte de las orquídeas, y los profesionales de las orquídeas aconsejan que, en caso de duda, no se riegue hasta que los dos centímetros superiores de la mezcla para macetas se sientan secos al tacto. Riegue la orquídea en el fregadero hasta que el agua salga por el orificio de drenaje, luego déjela escurrir completamente.
Disminuya el riego cuando la floración se detenga, luego reanude un programa de riego normal cuando aparezcan las hojas nuevas.
Fertilización: Alimente las orquídeas una vez al mes con un fertilizante equilibrado y soluble en agua. Alternativamente, utilice un fertilizante formulado específicamente para orquídeas. Al igual que el riego, la aplicación de fertilizante debe reducirse cuando se detenga la floración y reanudarse cuando aparezca el nuevo crecimiento.
Replantando: Trasplante las orquídeas a una nueva mezcla para macetas cada dos años. Utilice una mezcla para macetas formulada para orquídeas y evite la tierra normal para macetas.