Posted in Broken Bone Injury on May 23, 2018
Los huesos pueden fracturarse por demasiada tensión o en impactos de alta velocidad. Las lesiones de huesos rotos ocurren más comúnmente en accidentes automovilísticos, caídas, incidentes deportivos y condiciones médicas que debilitan los huesos. Cuando algo ejerce demasiada presión sobre un hueso, éste puede desarrollar fracturas simples o compuestas. Aprender la diferencia entre los tipos de fracturas puede ayudarle a entender sus lesiones, o las de un ser querido, así como a planificar lo que puede esperar durante el tratamiento y la recuperación. Usted podría ser elegible para recuperar todos sus daños relacionados con la fractura, desde las facturas médicas hasta el dolor y el sufrimiento. Si usted está buscando un abogado con experiencia en lesiones de huesos rotos en Atlanta, póngase en contacto con Butler Wooten & Peak, LLP sobre su caso!
¿Cuáles son los diferentes tipos de fracturas óseas?
Hay dos tipos principales de fracturas. Pueden ser una fractura simple o una fractura compuesta. Una fractura simple, o fractura cerrada, agrieta el hueso pero no rompe la piel. Una fractura compuesta, o fractura abierta, rompe el hueso y luego los trozos de hueso rotos perforan la piel.
Las fracturas compuestas son más graves que las fracturas simples. Pueden ser más dolorosas, requieren tratamientos adicionales y tardan más en curarse. La mayoría de las fracturas compuestas requieren una intervención quirúrgica durante el tratamiento, donde los médicos repararán la fractura en el hueso. Una fractura simple, en cambio, puede necesitar sólo una férula o un yeso para curarse.
Las fracturas óseas también pueden ser traumáticas o patológicas. Las fracturas traumáticas se producen por fuerzas externas, como cuando una extremidad se atasca en una pieza de maquinaria o se aplasta en un accidente de moto. Las fracturas patológicas se derivan de condiciones médicas como el cáncer, la osteoporosis o las enfermedades óseas. Los pacientes con fracturas traumáticas pueden tener motivos para reclamar la recuperación de los daños a través de demandas por daños personales contra la parte que causó la lesión, como un conductor o un propietario.
Además de las fracturas simples y complejas, los médicos clasifican las roturas óseas en una variedad de otros tipos. El nombre de la fractura puede describir su ubicación dentro del cuerpo, la localización de la fractura en el hueso y la fragmentación del hueso. Los tipos de fractura incluyen la avulsión (un ligamento tira de un hueso y lo fractura), la conminuta (un hueso roto en pedazos), la de bastón verde (un hueso que se fractura por un lado pero se dobla por el otro), la capilar (fractura parcial) y la fractura por estrés (fractura debida a movimientos repetitivos y tensiones).
Síntomas comunes de las fracturas óseas
Es posible que se haya roto un hueso en un accidente si nota dolor, hinchazón, hematomas o decoloración, angulación de un hueso o incapacidad para mover la zona. Todos estos son síntomas potenciales de una simple fractura. Si, además de estos síntomas, nota la piel rota y sangrante, es posible que tenga una fractura compuesta. También es posible que experimente una sensación de rozamiento o de parada en el hueso afectado y que le cueste poner peso sobre él. La fractura de los huesos más grandes del cuerpo podría causar náuseas, vómitos, mareos, desmayos y aspecto pálido y húmedo.
¿Cómo debo tratar un hueso roto?
No mueva la zona afectada si cree que se ha fracturado un hueso. Espere a que lleguen los paramédicos y estabilicen la extremidad. Un examen físico le dirá si se ha fracturado un hueso, el tipo de fractura y su localización. Las radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas pueden mostrarle imágenes de la fractura. Es posible que necesite una intervención quirúrgica para reparar la lesión. Si no, el médico reducirá la fractura e inmovilizará la extremidad para que se repare por sí sola con el tiempo. Las fracturas simples pueden tardar tan sólo dos semanas en curarse, mientras que las fracturas compuestas pueden tardar ocho semanas o más.
Después de sufrir una fractura de hueso pueden surgir complicaciones que alarguen el tiempo de recuperación. El paciente puede sufrir una infección o un problema de riego sanguíneo. La edad del paciente, su estado de salud, el tipo de fractura y el proceso de curación pueden afectar a la duración de la recuperación. Mientras tanto, el paciente puede perder salarios por la imposibilidad de volver al trabajo. Póngase en contacto con un abogado cerca de usted para obtener información sobre la recuperación de estos y otros daños de una fractura ósea. Llame a nuestros abogados de lesiones personales de Atlanta al (404) 321-1700 o al número gratuito (800) 242-2962 hoy mismo.