Complicaciones a tener en cuenta después de un aborto

Las complicaciones médicas después de un aborto son raras en los Estados Unidos, pero ocurren. Su proveedor de servicios de aborto suele ser la mejor fuente de información o atención si surgen problemas. Si necesita atención médica y no puede volver a su proveedor de abortos para que la atienda, pregunte cuál es el mejor lugar al que puede acudir en su zona.

Puede que no tenga elección en situaciones de emergencia, pero intente mantenerse alejada de los hospitales y servicios de salud de propiedad católica, ya que se oponen al aborto y puede que no le den la atención más compasiva y adecuada. Si es posible, lleve a una persona de apoyo con usted.

Cuando reciba atención en otro lugar, asegúrese de informar al proveedor de abortos. Esto ayuda a las clínicas a hacer un seguimiento de las complicaciones del aborto y a mejorar la calidad de sus servicios.

A continuación encontrará una lista de síntomas que pueden indicar un problema. Si tiene alguno de estos síntomas u otras preocupaciones, busque ayuda inmediatamente.

Sangrado abundante

En raros casos, algunas mujeres sangran más de lo que es seguro durante o después de un aborto. La mejor manera de saber si está sangrando demasiado es llevar un registro del número de compresas que utiliza y del número y tamaño de los coágulos. Llame a su proveedor si empapa dos toallas sanitarias por hora durante dos horas seguidas, si expulsa coágulos grandes o si empieza a sentirse mareada.

Los calambres uterinos son normales después de cualquier tipo de aborto; la principal forma en que el útero controla la hemorragia es contraerse, apretando los vasos sanguíneos. Puede producirse una hemorragia intensa si el útero se relaja demasiado (atonía uterina) o si se retiene parte del tejido fetal o de la placenta en el útero (aborto incompleto). En muy raras ocasiones, el sangrado excesivo puede deberse a una lesión uterina ocurrida durante el aborto.

Dolor

El dolor pélvico persistente o intenso puede indicar un problema. Póngase en contacto con su proveedor si el dolor intenso persiste después de haber utilizado una almohadilla térmica y haber tomado analgésicos.

La causa más común de dolor intenso es una infección. La mayoría de las infecciones son leves y pueden tratarse en casa con antibióticos recetados por su proveedor. El dolor posterior al procedimiento también puede ser causado por tejido fetal o placentario retenido, o por coágulos (hematómetra). Si el tejido o los coágulos no se eliminan por sí solos, es posible que necesite medicación o una aspiración para vaciar el útero.

En raras ocasiones, el dolor también puede indicar un embarazo ectópico, cuando un embrión se implanta fuera del útero, normalmente en una trompa de Falopio. Un embarazo en crecimiento puede estirar y reventar la trompa, provocando un fuerte dolor y sangrado en el abdomen. Un embarazo ectópico requiere un tratamiento médico inmediato; normalmente se trata con metotrexato o cirugía.

En casos muy raros, el dolor intenso sin fiebre acompañante puede ser el signo de una infección letal causada por la bacteria Clostridium sordellii.

Fiebre

Si tiene una fiebre sostenida de 100,4° Fahrenheit o más, puede tener una infección. El misoprostol puede causar una fiebre de corta duración. Sin embargo, si su temperatura permanece elevada durante varias horas, o si tiene un dolor intenso, llame a su proveedor.

Síntomas continuos de embarazo

Los síntomas de embarazo, como las náuseas, la hinchazón o la sensibilidad en los senos, suelen desaparecer en una o dos semanas después de un aborto. Si estos síntomas persisten, es posible que todavía esté embarazada y debe visitar a su proveedor.

Tomar una prueba de embarazo en casa no es útil, porque puede seguir dando positivo durante cuatro a seis semanas después de un aborto completo, debido a las hormonas del embarazo que todavía están en su cuerpo.

También, si comenzó a usar un método anticonceptivo hormonal (la píldora, el parche o el anillo vaginal) justo después del aborto, sepa que éstos pueden causar síntomas similares a los del embarazo, particularmente durante los primeros meses de uso.

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