Un análisis de los datos del National Lung Screening Trial (NLST) reveló que más del 18% de todos los cánceres de pulmón detectados mediante cribado por tomografía computarizada de baja dosis eran indolentes, con tasas incluso más elevadas para ciertos subtipos de cáncer. A pesar de este daño aparentemente potencial relacionado con el cribado, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE.UU. aprobó recientemente un programa de cribado para personas de alto riesgo.
El nuevo estudio, dirigido por el Dr. Edward F. Patz Jr., del Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte, se publicó en diciembre en JAMA Internal Medicine. El análisis incluyó los resultados del NLST en el que participaron 53.452 individuos con un historial de tabaquismo de al menos 30 paquetes. Se descubrió que entre los 1.089 cánceres de pulmón detectados en el brazo de TC de dosis baja del NLST, la probabilidad de un caso sobrediagnosticado era del 18,5%.
Específicamente entre los casos de cáncer de pulmón no microcítico (CPNM), la probabilidad de un sobrediagnóstico era del 22,5%. Lo más llamativo es que la probabilidad de un sobrediagnóstico de cáncer de pulmón broncoalveolar fue del 78,9%. El análisis original del NLST, que encontró una reducción del 20% en la mortalidad por cáncer de pulmón con el cribado de TC de baja dosis sobre la radiografía de tórax, determinó que era necesario cribarse a 320 pacientes para evitar una muerte por cáncer; este análisis mostró que entre esos 320 cribados para evitar una muerte tendría que haber 1,38 casos de sobrediagnóstico.
El sobrediagnóstico, que esencialmente significa que un cáncer encontrado en el cribado es de crecimiento tan lento que probablemente no sería necesario el tratamiento, representa un daño significativo que debe incluirse en los análisis de coste-beneficio de los programas de cribado. En las recientes recomendaciones del USPSTF para un programa de este tipo, el grupo de trabajo señaló una tasa extremadamente alta de falsos positivos con la TC de baja dosis -más del 95%-, pero sugirió que sólo entre el 10% y el 12% de los cánceres detectados en el cribado están sobrediagnosticados.
Un tumor indolente encontrado en el cribado con TC de baja dosis podría dar lugar a tratamientos invasivos y tóxicos que de otro modo no habrían sido necesarios, dado que los casos indolentes son esencialmente imposibles de distinguir de otros a primera vista. E incluso si se desarrollan métodos para remediar este problema, explicar a un paciente que un caso de cáncer de pulmón no requiere tratamiento representa un problema extremadamente difícil para los médicos.
Los autores del nuevo estudio señalaron que este modelo concreto incluye sólo tres cribados anuales y un total de unos 7 años de seguimiento. «Por lo tanto, las estimaciones de sobrediagnóstico real, basadas en los escenarios de seguimiento de por vida, deben tratarse con cautela», escribieron. «En el futuro, una vez que haya mejores biomarcadores y técnicas de imagen para predecir qué individuos con un diagnóstico de cáncer de pulmón tendrán una enfermedad más o menos agresiva, se podrán optimizar las opciones de tratamiento, y un programa de cribado masivo podrá ser más valioso».