Las bacterias amistosas y su intestino
Su sistema digestivo depende de un delicado equilibrio de bacterias buenas y malas. Las bacterias buenas ayudan a digerir correctamente los alimentos, a equilibrar el pH y a mantener a raya a los patógenos. Esto puede ayudar a prevenir problemas como el estreñimiento, las flatulencias, el síndrome del intestino irritable y la hinchazón.
Sin embargo, factores como la mala alimentación y el estrés pueden reducir el número de estas bacterias beneficiosas, permitiendo que prosperen las bacterias no beneficiosas y las levaduras como la cándida. Esto puede desencadenar problemas digestivos e incluso otros problemas como la candidiasis.
Para ayudar a las bacterias amistosas del intestino, muchas personas optan por tomar un probiótico para aumentar los niveles de bacterias amistosas en sus sistemas. Estos pueden venir en forma de alimentos fermentados, yogures y suplementos. Pero, ¿podrían estos probióticos tener más usos que mejorar la digestión?
¿Cómo se relacionan el intestino y el sistema inmunitario?
Puede que no piense que su intestino y su sistema inmunitario están vinculados, pero en realidad comparten una relación muy estrecha
Hasta el 70-80% de las células inmunitarias se encuentran en el intestino, por lo que la salud de su intestino puede influir realmente en la salud de todo su sistema inmunitario. Un intestino lento e infeliz dará lugar a una función inmunitaria ineficaz, lo que significa más resfriados, gripe y otras infecciones.
La inflamación y el sistema inmunitario también están estrechamente relacionados, ya que la inflamación actúa como una señal para desencadenar una respuesta inmunitaria. Por lo tanto, si demasiados alimentos poco saludables están causando inflamación en el intestino, esto puede hacer que el sistema inmunológico se ponga en marcha, desencadenando problemas como la fiebre del heno y el eczema. En la otra cara de la moneda, la activación repetida del sistema inmunitario puede hacer que no responda, permitiendo que las infecciones se arraiguen más fácilmente.
Además, el intestino desempeña un papel fundamental en la digestión de los alimentos y la posterior absorción de vitaminas, minerales y otros nutrientes, ¡incluidos los que son vitales para el sistema inmunitario!
¿Cómo puede la mejora de la flora intestinal ayudar al sistema inmunitario?
Las principales funciones de las bacterias amistosas del intestino son ayudar a la digestión de los alimentos y mantener a raya a las bacterias no amistosas, lo cual es una gran noticia para el sistema inmunitario. De hecho, un estudio demostró que los atletas que tomaban un probiótico a diario tenían un 40% menos de resfriados que cuando tomaban un placebo1.
Entonces, ¿cómo ayuda tu flora intestinal a tu sistema inmunitario? En primer lugar, mantener un equilibrio saludable de bacterias en el intestino significa que los alimentos se descomponen más eficazmente y los nutrientes que contienen se absorben mejor. Esto significa que puedes aprovechar al máximo todos los alimentos (afortunadamente) saludables que comes. No importa cuántas naranjas comas, si no puedes digerirlas correctamente no te beneficiarás de toda esa vitamina C.
En segundo lugar, las bacterias amistosas proporcionan una barrera contra las bacterias dañinas que entran en tu sistema. No vivimos en un entorno completamente estéril, por lo que con frecuencia ingerimos bacterias dañinas, ya sea por la comida, los gérmenes de nuestras manos o los gérmenes de nuestros cubiertos, vasos y tazas. Sin embargo, los agentes patógenos que se ingieren tienden a ser combatidos por nuestras bacterias amigas. No sólo pueden combatir a estos invasores, sino que, simplemente, al ocupar espacio y consumir todo el alimento disponible en el intestino, no hay espacio para que crezcan las bacterias hostiles. Esto deja a sus células inmunitarias libres para luchar contra las infecciones en otras áreas del cuerpo como el sistema respiratorio.
Una buena población de bacterias amistosas también ayuda a mantener el sistema digestivo en mejores condiciones en general, manteniendo la inflamación bajo control, equilibrando el pH en todo el tracto digestivo y ayudando a aliviar los problemas digestivos como el SII. Esto crea un mejor ambiente para que sus células inmunes prosperen.
Fuentes naturales de probióticos
Los probióticos pueden encontrarse en muchos alimentos, por lo que puede ser beneficioso incluirlos en su dieta. Busque alimentos fermentados como el kimchi, el chucrut, la sopa de miso, el vinagre de sidra de manzana, los encurtidos y el tempeh. Los alimentos fermentados constituyen una parte importante de la dieta de los habitantes de muchos países asiáticos, que gozan de una buena salud.
Además, puede buscar yogures con cultivos vivos añadidos. Estos pueden ser beneficiosos, pero no son tan naturales como los alimentos fermentados y pueden ser bastante azucarados.
Suplementos probióticos
Una gran manera de asegurarse de que está recibiendo las bacterias amistosas que necesita es tomando un suplemento probiótico. Hay tantos en el mercado que puede ser difícil decidir cuál es el más adecuado para ti
Una marca que siempre recomiendo es Optibac. Tienen una fantástica gama de probióticos bien investigados, cada uno de los cuales contiene diferentes cepas que funcionan mejor para los diferentes escenarios a los que se dirigen.
En este caso, Optibac’s For Daily Immunity sería la mejor opción. Contiene 2.500 millones de cultivos vivos de 4 tipos diferentes de bacterias, así como vitamina C, extracto de té verde, extracto de semilla de uva y extracto de corteza de pino. La vitamina C es una conocida vitamina de apoyo al sistema inmunológico, mientras que el té verde, la semilla de uva y la corteza de pino son ricos en polifenoles, que son excelentes para el sistema inmunológico.
También recomendaría tomar Molkosan junto con su probiótico. A menudo se le denomina «prebiótico», ya que contiene ácido láctico l+ que ayuda a crear un entorno acogedor para las bacterias amistosas.
Mantén un ojo en tu dieta
Si estás tomando un probiótico, también es importante que eches un vistazo a tu dieta -después de todo, si no solucionas lo que ha matado a tus bacterias amistosas, entonces puedes encontrar que los probióticos que estás tomando también se matan rápidamente.
Mejorar su dieta en general puede ser de gran ayuda – así que busque incluir muchas frutas y verduras frescas, proteínas magras, carbohidratos complejos y grasas saludables. En particular, asegúrese de reducir la ingesta de azúcar y carbohidratos refinados, como el pan blanco, ya que a sus bacterias amistosas no les gustan. Intenta también evitar muchos alimentos inflamatorios como el alcohol, los lácteos y la carne roja.
Echa un vistazo a nuestras fantásticas recetas para obtener algunas ideas de comidas saludables y deliciosas que puedes preparar.
1) «La suplementación con probióticos reduce la duración y la incidencia de las infecciones, pero no la gravedad, en los jugadores de rugby de élite» Journal of Science and Medicine in Sport