Los precios del tiempo compartido pueden variar enormemente en función del tamaño de la acción, la ubicación y la época del año, por no mencionar todas las variables que afectan a cualquier otro valor inmobiliario, como el estado de la propiedad y el mercado de tiempo compartido en ese momento. Un tiempo compartido nuevo (o al por menor) suele venderse en torno a los 10.000 dólares, aunque puede variar en miles de dólares en cualquier dirección. La compra de un tiempo compartido usado puede ser mucho más barata, con precios tan bajos como 1.500 dólares.
Sin embargo, el precio de compra inicial no es el único coste a tener en cuenta. Todos los complejos de tiempo compartido cobran a los propietarios cuotas anuales de mantenimiento, servicios públicos e impuestos. Las cuotas anuales oscilan entre 300 y 400 dólares, aunque las acciones más grandes o las de temporada alta pueden tener cuotas anuales más altas, a menudo de más de 1.000 dólares cada año. Estas cuotas se pagan tanto si el propietario de la acción utiliza la propiedad como si no. Los complejos pueden aumentar las cuotas cada año; las cuotas iniciales en el momento de la compra no son fijas. Sin embargo, algunos contratos de tiempo compartido incluyen una cláusula específica que limita los futuros aumentos de las cuotas. A veces, la cuota anual no cubre los impuestos sobre la propiedad, por lo que los propietarios de las acciones también serían responsables de esos costes.
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Los complejos de multipropiedad también añadirán cuotas inmobiliarias adicionales cuando se venda la acción, como una cuota de transferencia y una cuota de registro. Si el complejo decide realizar una mejora importante en la propiedad, o tiene que hacer reparaciones importantes, es posible que pueda imponer una gran cuota a los propietarios de las acciones para cubrir los costes. Compruebe los términos de su contrato de tiempo compartido para ver si el complejo puede cobrarle una cuota importante e inesperada en el futuro.
Otro coste oculto que se olvida fácilmente es el coste de los viajes. Ser propietario de una multipropiedad no sirve de nada si no puede permitirse ir a ella. Volar a México, Florida o Colorado cada año puede resultar muy costoso.
A continuación, aprenderemos a sacar el máximo partido a un tiempo compartido.