Cómo encontrar el nombre de producto perfecto

Paso 2: Evaluar los nombres de sus productos

El objetivo de un estudio de nombres de producto es darle una clasificación general de sus nombres de producto, así como una visión más profunda de cada nombre individual. Al validar sus nombres con una investigación formal, puede lanzar el nombre de su producto con confianza.

Un buen estudio de nombres debería ofrecerle información sobre las preferencias generales de nombres y qué nombres son los más fuertes en una variedad de criterios como la creatividad o el atractivo. El estudio también debería ofrecerle una visión más profunda de cada nombre individual.

Comience con una descripción del producto, una imagen del producto o una imagen conceptual. Aunque una descripción es un buen punto de partida, recomendamos utilizar una imagen para dar a los consumidores una imagen clara de su producto. También recomendamos probar entre 3 y 15 nombres diferentes.

Preguntas generales sobre el nombre

Las preguntas generales le dan una idea de cómo se compara cada nombre con sus otros candidatos. Pida a los encuestados que clasifiquen los nombres por orden de preferencia y haga preguntas adicionales sobre diferentes criterios como la fiabilidad, la creatividad o el atractivo. También puede preguntar a los encuestados si tienen alguna otra sugerencia de nombres.

Preguntas sobre nombres individuales

Las preguntas individuales le permiten medir la disposición del consumidor a considerar o comprar su producto basándose en el nombre. También puede hacer preguntas abiertas sobre cómo les hace sentir un nombre concreto.

Informe y análisis

Una vez que haya recogido las respuestas, divida los resultados en dos grupos diferentes: resultados generales y resultados de nombres específicos. Los resultados generales deben mostrar los principales nombres en general y en cada categoría. El análisis de los nombres individuales debe incluir el sentimiento del nombre, así como datos sobre la probabilidad de que el consumidor compre o considere su producto.

Dependiendo del número de respuestas y de las preguntas abiertas, el análisis del texto abierto puede resultar abrumador. Herramientas como el análisis de texto de Qualtrics iQ facilitan la categorización de las respuestas de texto tanto por tema como por sentimiento de forma automática.

Las pruebas de nombres le ayudan a eliminar la especulación a la hora de nombrar un producto y a lanzarlo con confianza.

Ejemplos de grandes nombres de productos

Aquí tiene algunas empresas que han destacado por nombrar sus productos, y algunas de las razones por las que sus ideas funcionan tan bien.

Windows

¿Por qué?

El nombre principal del producto de Microsoft tiene un doble significado: describe las ventanas físicas que aparecen en la pantalla cuando se utiliza su sistema operativo, y también la idea de abrir una ventana al mundo con nuevas posibilidades y oportunidades. Es descriptivo de una manera pragmática y realista, y también funciona a otro nivel.
Un nombre de producto de una sola palabra como éste suele ser preferible, ya que es fácil de recordar y deja margen para variaciones y actualizaciones (Windows 3.1, Windows Vista, Windows 10…)

Dropbox

¿Por qué?

Este nombre portmanteau -dos palabras en una- es rico en información. Consigue transmitir en una sola palabra cómo funciona el producto y las ventajas que ofrece: lo que sea que necesites almacenar, sólo tienes que meterlo en la caja.

Se aparta del enfoque de muchos competidores que utilizan nombres orientados a la tecnología (Sync.com, pCloud), optando en su lugar por un nombre orientado al usuario que refleja los objetivos del cliente más que la capacidad técnica. Además, su nombre lo diferencia de los competidores que se han agrupado en torno a la palabra «drive» (Google Drive, Amazon Drive, OneDrive).

iPhone/iPod/iPad

¿Por qué?

El éxito de Apple en la denominación de productos no tiene que ver tanto con el nombre como con el prefijo, y es un gran ejemplo de cómo el nombre de un producto puede allanar el camino para otros y desarrollar la asociación entre ellos en la mente del consumidor.

La «i» minúscula permite a la empresa marcar y apropiarse instantáneamente de cualquier categoría de productos, simplemente añadiendo su distintiva «i» al principio. Por supuesto, este enfoque no es único: también lo ha hecho con éxito McDonalds (McFlurry, McMuffin), que llegó a proteger legalmente su derecho a utilizar el prefijo «Mc» o «Mac». Esperemos que no se hayan enfrentado a Apple por el MacBook.

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