El cabello aclarado por la decoloración tiende a adquirir tonos amarillos y cobrizos no deseados, dejando el color del cabello desigual. Normalmente, después de la decoloración se utiliza un tónico para eliminar estos tonos y depositar una capa transparente de color sobre el cabello decolorado. Si el cabello no es lo suficientemente claro, los tónicos no surtirán efecto. Volver a decolorar el cabello puede causar mucho más daño, por lo que se recomienda hacer un tapón de jabón rápido. Los gorros de jabón eliminan el color y los tonos no deseados del cabello en una rápida sesión de 10 minutos.
Lávese el pelo con un champú de base púrpura. Enjabona tu cabello completamente y deja el champú durante al menos tres minutos. Acláralo bien, exprime el exceso de humedad y aplica un acondicionador de base púrpura. Déjalo actuar unos cinco minutos y acláralo. Sécate el pelo con una toalla y péinalo como de costumbre. Utilice estos productos una o dos veces a la semana para mantener alejados los tonos amarillos no deseados.
Haga una tapa de jabón para eliminar los colores de cabello no deseados. Mezcle una cantidad igual de revelador de 20 volúmenes y de champú en un frasco aplicador de plástico y aplique la solución a las partes amarillas del cabello secado con toalla con las manos enguantadas. Deja el tapón de jabón durante unos 10 minutos y acláralo. Si aún quedan porciones amarillas, repita este proceso.
Lávese el pelo con un champú clarificante, haciéndolo penetrar completamente en el cabello y el cuero cabelludo. Frote el cabello con las yemas de los dedos para eliminar cualquier acumulación de producto, suciedad, humo y aceite. El humo del cigarrillo puede provocar a veces el amarilleo del cabello. Utilizar un champú clarificante una vez a la semana ayudará a eliminar todos los elementos que quedan en el cabello.