Desde su debut en la pantalla como joven granjero amish en Testigo (1985), de Peter Weir, la carrera de Viggo Mortensen ha estado marcada por una serie constante de interpretaciones muy redondas.
Mortensen nació en la ciudad de Nueva York, hijo de Grace Gamble (Atkinson) y Viggo Peter Mortensen, Sr. Su padre era danés, su madre americana y su abuelo materno canadiense. Sus padres se conocieron en Noruega. Se casaron y se mudaron a Nueva York, donde nació Viggo, hijo, antes de trasladarse a Sudamérica, donde Viggo, padre, gestionó granjas de pollos y ranchos en Venezuela y Argentina. Nacieron dos hijos más, Charles y Walter, antes de que el matrimonio fuera cada vez más infeliz. Cuando Viggo tenía siete años, sus padres lo enviaron a un estricto internado, aislado en las estribaciones de las montañas de Argentina. Luego, a los once años, sus padres se divorciaron. Su madre se trasladó con los niños a su estado natal, Nueva York.
Viggo asistió a la escuela secundaria de Watertown, y se convirtió en un muy buen estudiante y atleta. Se graduó en 1976 y fue a la Universidad de St. Lawrence en Canton, Nueva York. Tras su graduación, se trasladó a Dinamarca, impulsado por la necesidad de definir un propósito en la vida. Comenzó a escribir poesía y relatos cortos mientras trabajaba en muchos empleos ocasionales, desde obrero portuario hasta vendedor de flores. En 1982 se enamoró y siguió a su novia a Nueva York, con la esperanza de un largo romance y una carrera de escritor. No consiguió ninguna de las dos cosas. En Nueva York, Viggo encontró trabajo sirviendo mesas y atendiendo bares y empezó a tomar clases de interpretación, estudiando con Warren Robertson. Apareció en varias obras de teatro y películas, y finalmente se trasladó a Los Ángeles, donde su actuación en «Bent» en el Coast Playhouse le valió un Premio de la Crítica de Drama-logue.
Hizo su debut en el cine con un pequeño papel en Witness (1985). Apareció en ¡Salvación! ¿Has rezado hoy? (1987) y se casó con su compañera de reparto, Exene Cervenka. Ambos tuvieron un hijo, Henry Mortensen. Pero tras casi once años de matrimonio, la pareja se divorció.
En 1999, Viggo recibió una llamada telefónica sobre una película de la que no sabía nada: El Señor de los Anillos. Al principio, no quería hacerla, porque supondría pasar tiempo lejos de su hijo. Pero Henry, un gran fan de los libros, le dijo a su padre que no debía rechazar el papel. Viggo aceptó el papel e inmediatamente empezó a trabajar en el proyecto, que ya estaba en marcha. Con el tiempo, el éxito de El Señor de los Anillos le convirtió en un nombre familiar, una consecuencia difícil para el siempre privado e introspectivo Viggo.
La crítica ha reconocido continuamente su trabajo en más de treinta películas, incluyendo proyectos tan diversos como El retrato de una dama (1996) de Jane Campion, El corredor indio (1991) de Sean Penn, Carlito’s Way (1993) de Brian De Palma, G.I. Jane (1997), Marea carmesí (1995) de Tony Scott, Un asesinato perfecto (1998) de Andrew Davis, La pistola de mi hermano (1997) de Ray Loriga, Un paseo por la luna (1999) de Tony Goldwyn y Green Book (2018) de Peter Farrelly.
Mortensen es también un consumado poeta, fotógrafo y pintor.
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