En el espacio, nadie puede oír su grito -o su explosión, o su colapso, o su lento choque con una galaxia vecina. Pero ahora, gracias a un nuevo programa de «sonificación de datos» de la NASA, se puede al menos tener una idea de cómo podrían sonar algunos de los fenómenos más extremos del universo cuando se convierten en sonido reproducido por instrumentos terrestres.
Para escuchar cómo suena, nos dirigimos al centro de rayos X Chandra de la NASA, que lleva 20 años tomando imágenes de galaxias lejanas con su observatorio de rayos X Chandra. (Al parecer, no les bastaba con ver las maravillas del cosmos.) En su nueva iniciativa, los investigadores de Chandra han tomado tres imágenes icónicas de sus archivos y han traducido diferentes frecuencias de luz en diferentes tonos de sonido.
Toma el siguiente vídeo de la nebulosa del cangrejo (un remanente de supernova impulsado por una estrella de neutrones ventosa). En la sonificación de datos de la nebulosa realizada por la NASA, la luz de los rayos X (azul y blanca) está representada por instrumentos de viento; la luz óptica (púrpura) es interpretada por instrumentos de cuerda; y la luz infrarroja (rosa) está representada por instrumentos de viento de madera. El tono de cada familia de instrumentos aumenta desde la parte inferior de la imagen hasta la superior, por lo que se pueden escuchar muchos tonos al mismo tiempo. Los sonidos convergen cerca del centro de la nebulosa, donde un púlsar que se arremolina rápidamente está lanzando gas y radiación en todas direcciones. Escuche a continuación:
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La agencia publicó dos vídeos más en un comunicado. Uno de ellos muestra el Cúmulo de la Bala: dos cúmulos de galaxias que colisionan lentamente entre sí, a unos 3.700 millones de años luz de la Tierra. Esta colisión proporcionó la primera evidencia directa de la existencia de la materia oscura, que hace que las galaxias distantes en las dos regiones azules de la imagen parezcan más grandes y cercanas a través de un proceso llamado lente gravitacional, según la NASA. Esas regiones azules de materia oscura están representadas con las frecuencias de sonido más bajas en el vídeo de abajo, y la luz de los rayos X está representada con las frecuencias más altas.
El último vídeo muestra una explosión de supernova llamada Supernova 1987A, llamada así por el año en que su luz llegó por primera vez a la Tierra desde la Gran Nube de Magallanes (una galaxia satélite situada a unos 168.000 años luz). A diferencia de los otros dos vídeos, que recorren la imagen de izquierda a derecha, esta supernova recibe un tratamiento especial de lapso de tiempo. A medida que un retículo recorre el borde del halo gaseoso de la nova, la imagen se transforma gradualmente para mostrar la evolución de la explosión entre 1999 y 2013. Cuanto más brillante se vuelve el halo, más altos y fuertes son los tonos. El anillo de gas alcanza su máximo brillo cuando la onda expansiva de la supernova lo atraviesa, según la NASA, lo que da lugar a los tonos más fuertes y elevados al final del vídeo.
Así que ya puedes contar a tus amigos cómo suenan una supernova, una estrella de neutrones y un gran montón de materia oscura… en un sentido, al menos.
Publicado originalmente en Live Science.
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