Poca gente piensa hoy en día en el papel que desempeñan los explosivos en su vida diaria y en cómo están inextricablemente ligados a nuestro nivel de vida y a nuestro propio modo de vida. Los explosivos proporcionan los medios para liberar los vastos recursos de la tierra para el avance de la civilización.
Para mantener nuestro nivel de vida en los Estados Unidos, cada día se mezclan 187.000 toneladas de cemento, se compran 35 millones de clips, se toman 21 millones de fotografías utilizando millones de onzas de plata…80 libras de oro se utilizan para rellenar 500.000 cavidades y se compran 3,6 millones de bombillas.
¿Sabías que se utilizan 42 minerales diferentes para fabricar un teléfono y 35 para fabricar una televisión en color? Incluso los productos de uso cotidiano, como los polvos de talco, la pasta de dientes, los cosméticos y los medicamentos, contienen minerales que deben extraerse con explosivos. Hemos preparado un folleto que presenta algunas de las cosas que son posibles gracias a los explosivos industriales.
La industria de los explosivos se fundó en este país en sus inicios, cuando la pólvora negra se utilizaba para extraer minerales, romper rocas, limpiar campos y hacer carreteras. No es exagerado decir que esta nación se construyó con la ayuda de los explosivos. En la década de 1860, el sueco Alfred Nobel inventó la dinamita y el fulminante necesario para hacerla explotar. Lo autorizó en Estados Unidos y comenzó la revolución industrial.
Con la dinamita, las minas se podían excavar a mayor profundidad y con mayor rapidez, y los yacimientos poco rentables se convertían así en rentables. El tonelaje extraído de cobre, carbón y mineral de hierro se multiplicó por cien. Comenzaron nuevas industrias; algunas parecen tan básicas hoy en día que es difícil imaginar que no hayan existido siempre.
Las canteras proporcionaron materiales como la piedra caliza, el cemento y el hormigón, que se convirtieron en productos de construcción habituales, sustituyendo a los ladrillos y los adoquines. Los puertos se profundizaron y ampliaron, los ferrocarriles y las carreteras se adentraron en la naturaleza y se construyeron presas que crearon suficiente electricidad para allanar el camino hacia el siglo XX. Estados Unidos encontró en la dinamita un nuevo conjunto de músculos para aplicar a todas las formas de la industria, incluyendo la exploración de petróleo y gas, la producción de energía, la extracción de minerales y la construcción de oleoductos, túneles y carreteras.
En la época comprendida entre el final de la Guerra Civil y el de la Segunda Guerra Mundial, ninguna herramienta de ingeniería superó los logros de la dinamita. En los últimos 50 años, a este caballo de batalla del progreso industrial se le han unido productos aún más eficaces y seguros, conocidos como geles y emulsiones de agua, y sistemas de suministro a granel mucho más económicos y menos sensibles.
Hoy en día, confiamos en la ingeniería de explosivos más que nunca en nuestra búsqueda de energía eléctrica, de mejores carreteras y de recolección de minerales.