Aunque el trigo se domesticó originalmente en lo que hoy es Oriente Medio, se extendió rápidamente a todos los rincones del mundo. A diferencia del arroz o el maíz, el trigo puede cultivarse en casi todos los climas y elevaciones, por lo que se cultiva en más superficie en todo el mundo que cualquier otro cultivo alimentario.3 Esta adaptabilidad es la razón por la que existen más de 25.000 variedades diferentes de trigo en la actualidad.
La transformación del trigo de antaño en el trigo de hoy no se produjo de la noche a la mañana. Se produjo a lo largo de generaciones y generaciones de agricultores que seleccionaron el mejor grano para sus comunidades en un impulso incesante de mejora. Ese impulso continúa hoy en día, con agricultores de trigo de todo el mundo que cultivan los cereales de mayor rendimiento y calidad de la historia, y con criadores de trigo que trabajan para mejorar continuamente el rendimiento y la calidad. Con esta ética del trabajo duro y el ingenio que se transmite de agricultor a agricultor, no se sabe cómo será el trigo dentro de miles de años, excepto que seguirá siendo una fuente de alimento vital.
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