Amy Adams suele asociarse con su preciosa sonrisa, sus grandes ojos azules y su melena pelirroja. Sin embargo, la actriz es en realidad rubia como una fresa y comenzó su carrera como tal. Fue en 2004 cuando se tiñó de rojo oscuro, para la malograda serie de televisión de Robe Lowe, «Dr. Vegas»
«Yo interpretaba a una enfermera y había una rubia preciosa, Sarah Lancaster, que hacía el papel de crupier del casino», dice Adams. «Estoy en una habitación con ella y me dijeron: ‘Alguien va a tener que cambiar su color de pelo’. Ella está bronceada, con esos preciosos ojos verdes de leona y esa melena rubia. Y la miré a ella y a mí, con mis pecas pálidas, y pensé: «¡Caramba, me pregunto cuál de las dos se va a poner roja!»
Aunque sus representantes se resistían, Adams se lanzó a ello y, según sus palabras, «realmente cambió las cosas. La gente empezó a verme de otra manera, para otros papeles». Poco después del cambio, consiguió su gran papel en «Junebug». Añade Adams: «No sé si puedo atribuir el mérito sólo al color de pelo, pero tal vez ayudó a que la gente me viera más allá del rubio».
Amy Adams es la intérprete del año de Backstage. Recoge un número en los quioscos ahora.
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