Agencia

La agencia se refiere a la capacidad humana de influir en el propio funcionamiento y en el curso de los acontecimientos mediante sus acciones. Hay cuatro funciones a través de las cuales se ejerce la agencia humana. Una de estas funciones es la intencionalidad. Las personas forman intenciones que incluyen planes de acción y estrategias para realizarlas. La segunda función implica la extensión temporal de la agencia a través de la previsión: las personas se fijan objetivos y prevén los resultados probables de las acciones futuras para guiar y motivar sus esfuerzos de forma anticipada. La tercera función agéntica es la autorreactividad. Los agentes no son sólo planificadores y pensadores. También son autorreguladores. La cuarta función agéntica es la autorreflexión. Las personas no sólo son agentes, sino también autoexaminadores de su propio funcionamiento. A través de la autoconciencia funcional, reflexionan sobre su eficacia personal, la solidez de sus pensamientos y acciones, el significado de sus actividades, y realizan ajustes correctivos si es necesario.

Las personas ejercen su influencia a través de tres formas de agencia: individual, indirecta y colectiva. En la agencia individual, las personas ejercen su influencia sobre lo que pueden controlar. En la agencia por delegación, influyen en otras personas que disponen de recursos, conocimientos y medios para actuar en su nombre y obtener los resultados que desean. En el ejercicio de la agencia colectiva, las personas ponen en común sus conocimientos, habilidades y recursos y actúan de forma concertada para dar forma a su futuro.

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