Expiar significa compensar o pagar por algo. La expiación de Jesucristo hace referencia a su pago por los pecados de la humanidad. Tiene el poder de proporcionar esperanza y aliviar la carga del pecado para cualquiera. Las siguientes son ocho cosas para recordar sobre el hermoso regalo del sacrificio expiatorio de Cristo.
#1 Es personal
Jesucristo te conoce y te ama como individuo. Él conoce los desafíos que enfrentas. Él ve tus éxitos y tus fracasos. En el Getsemaní sufrió por todos los pecados, errores y penas, incluidos los tuyos.
#2 Es Infinito
Jesucristo actuó como sólo un Dios es capaz cuando sufrió por los pecados de la humanidad. El poder y el alcance de la Expiación no son fáciles de entender. Es infinito, hermoso y puro. No se nos pide que lo entendamos, sólo que participemos de su poder limpiador.
#3 Está disponible para todos
Cristo no fue selectivo cuando se arrodilló en el Jardín de Getsemaní. Sufrió por todas las personas que han nacido en la mortalidad, desde las que han vivido y muerto hasta las que viven actualmente y las que aún no han nacido.
#4 Es transformador
A diferencia de Cristo, que era perfecto, nosotros caminamos por la vida e inevitablemente nos ensuciamos espiritualmente. Sin el sacrificio expiatorio del Salvador, estaríamos condenados a soportar nuestras propias cargas espirituales para siempre. La Expiación tiene el poder de limpiar nuestras almas y llenarnos de paz (véase Isaías 1:18).
#5 Es el acontecimiento más importante de la historia
Sufrir la muerte espiritual es mucho más grave que la muerte física. Sin la Expiación, la humanidad estaría espiritualmente perdida y no podría sentir el amor y el consuelo de Dios. Ahora, la humanidad puede arrepentirse, limpiarse espiritualmente y sentir constantemente el amor de Dios.
#6 Ayuda con la pérdida
Cristo también sintió nuestras pérdidas, pena y dolor en Getsemaní Cuando perdemos a un ser querido, la Expiación ofrece consuelo y paz en nuestros momentos de dolor. Si acudimos al Padre Celestial en oración durante nuestros momentos de dolor, Él nos ayudará a sentir paz mientras superamos el dolor. El Padre Celestial y Jesucristo saben cómo nos sentimos. No nos dejarán sufrir solos si los buscamos (ver Juan 14:18).
#7 Se basa en el amor
Cristo pudo realizar Su sacrificio expiatorio debido al inmenso amor que tiene por nosotros. Él comprendió el regalo que podía dar a la humanidad y no estaba dispuesto a negárnoslo. Sabía dónde estaríamos sin su misericordia. Cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y nos esforzamos por tomar buenas decisiones, le estamos devolviendo el amor y expresando nuestro agradecimiento por su sacrificio.
#8 Es una expresión del amor de Dios por sus hijos
El Padre dio a su Hijo porque nos ama (ver Juan 3:16). El Padre y el Hijo nos aprecian. Por medio de la vida de Cristo y la Expiación, trabajaron juntos para proporcionarnos una forma de ser libres espiritualmente y sentir plenamente su amor por nosotros, que es la recompensa final de la Expiación.
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