Todo el mundo tiene un ocasional «momento senior». Tal vez haya ido a la cocina y no recuerde por qué, o no pueda recordar un nombre conocido durante una conversación. Los fallos de memoria pueden producirse a cualquier edad, pero el envejecimiento por sí solo no suele ser una causa de deterioro cognitivo. Cuando se produce una pérdida de memoria significativa entre las personas mayores, generalmente no se debe al envejecimiento sino a trastornos orgánicos, lesiones cerebrales o enfermedades neurológicas.
Los estudios han demostrado que se puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y reducir el riesgo de demencia con algunos hábitos básicos de buena salud:
- mantener la actividad física
- dormir lo suficiente
- no fumar
- tener buenas relaciones sociales
- limitar el alcohol a no más de una bebida al día
- comer una dieta de estilo mediterráneo.
La memoria y otros cambios cognitivos pueden ser frustrantes, pero la buena noticia es que, gracias a décadas de investigación, se puede aprender a tener la mente activa. Hay varias estrategias que podemos utilizar para ayudar a mantener la aptitud cognitiva. Aquí hay varias que puede probar.
1. Sigue aprendiendo
Un mayor nivel de educación se asocia con un mejor funcionamiento mental en la vejez. Los expertos creen que la educación avanzada puede ayudar a mantener la memoria fuerte al conseguir que una persona tenga el hábito de ser mentalmente activa. Se cree que desafiar al cerebro con ejercicios mentales activa procesos que ayudan a mantener las células cerebrales individuales y estimulan la comunicación entre ellas. Muchas personas tienen trabajos que las mantienen mentalmente activas. Practicar un hobby, aprender una nueva habilidad, ser voluntario o ser mentor son formas adicionales de mantener la mente aguda.
2. Utiliza todos tus sentidos
Cuantos más sentidos utilices al aprender algo, más partes de tu cerebro estarán implicadas en la retención de la memoria. En un estudio, se mostró a los adultos una serie de imágenes emocionalmente neutras, cada una presentada junto con un olor. No se les pidió que recordaran lo que habían visto. Más tarde, se les mostró una serie de imágenes, esta vez sin olores, y se les pidió que indicaran cuáles habían visto antes. Recordaron muy bien todas las imágenes emparejadas con olores, especialmente las asociadas a olores agradables. Las imágenes cerebrales indicaron que el córtex piriforme, la principal región del cerebro dedicada al procesamiento de olores, se activaba cuando las personas veían objetos originalmente emparejados con olores, aunque los olores ya no estuvieran presentes y los sujetos no hubieran intentado recordarlos. Así que ponga a prueba todos sus sentidos cuando se adentre en lo desconocido.
3. Crea en sí mismo
Los mitos sobre el envejecimiento pueden contribuir a que la memoria falle. Los alumnos de mediana y avanzada edad obtienen peores resultados en las tareas de memoria cuando están expuestos a estereotipos negativos sobre el envejecimiento y la memoria, y mejores cuando los mensajes son positivos sobre la conservación de la memoria en la vejez. Las personas que creen que no controlan su función de memoria -bromeando con demasiada frecuencia sobre los «momentos de la tercera edad»- son menos propensas a trabajar para mantener o mejorar sus habilidades de memoria y, por lo tanto, son más propensas a experimentar un deterioro cognitivo. Si cree que puede mejorar y traslada esa creencia a la práctica, tendrá más posibilidades de mantener su mente aguda.
4. Priorice el uso de su cerebro
Si no necesita emplear energía mental recordando dónde dejó las llaves o la hora de la fiesta de cumpleaños de su nieta, podrá concentrarse mejor en aprender y recordar cosas nuevas e importantes. Aprovecha los recordatorios de los teléfonos inteligentes, los calendarios y planificadores, los mapas, las listas de la compra, las carpetas de archivos y las libretas de direcciones para mantener accesible la información rutinaria. Designe un lugar en casa para sus gafas, su bolso, sus llaves y otros objetos que utilice con frecuencia.
5. Repita lo que quiere saber
Cuando quiera recordar algo que acaba de oír, leer o pensar, repítalo en voz alta o escríbalo. De este modo, reforzarás el recuerdo o la conexión. Por ejemplo, si te acaban de decir el nombre de alguien, utilízalo cuando hables con él o ella: «Entonces, John, ¿dónde conociste a Camille?»
6. Espaciar
La repetición es más potente como herramienta de aprendizaje cuando está bien programada. Es mejor no repetir algo muchas veces en un periodo corto, como si estuvieras empollando para un examen. En lugar de eso, vuelve a estudiar lo esencial después de periodos de tiempo cada vez más largos: una vez cada hora, luego cada pocas horas, luego cada día. Espaciar los periodos de estudio ayuda a mejorar la memoria y es especialmente valioso cuando se trata de dominar información complicada, como los detalles de un nuevo trabajo.
Para obtener más información sobre cómo diagnosticar los problemas de memoria y potenciar la suya, lea Mejorar la memoria, un informe especial sobre salud de la Escuela de Medicina de Harvard.
Imagen: Martin Prescott/Getty Images
Descargo de responsabilidad:
Como servicio a nuestros lectores, Harvard Health Publishing proporciona acceso a nuestra biblioteca de contenido archivado. Tenga en cuenta la fecha de la última revisión o actualización de todos los artículos. Ningún contenido de este sitio, independientemente de la fecha, debe utilizarse como sustituto del asesoramiento médico directo de su médico o de otro profesional cualificado.