6 razones para centrarse en gustarse a sí mismo, y cómo hacerlo

«Nadie pensará que eres alguien si tú mismo no lo piensas.»
Proverbio afroamericano

«El amor propio no se opone al amor de los demás.»
Dr. Karl Menninger

«La felicidad es: Mirarse en un espejo y que te guste lo que ves.»
Autor desconocido

Las personas tienen necesidad de afecto y de ser queridas. Pero es muy fácil equivocarse en este aspecto y hacerlo de forma errónea.

Porque aunque intentar caer bien a los demás puede parecer una solución sencilla y común hay una alternativa. Una que me parece que funciona mejor.

Es centrarse en gustar más a uno mismo en lugar de intentar gustar a la gente.

Aquí tienes seis razones por las que pongo mi foco en ese lugar. Y después una breve guía de cómo puedes aumentar cuánto te gustas a ti mismo.

1. Gustarte a ti mismo te da poder y fuerza.

Si te decantas por intentar gustar a la gente lo más probable es que des la impresión de estar necesitado y desesperado la mayor parte del tiempo.

Esta es una mala posición en la que ponerse. Porque gustar y respetarte a ti mismo va de la mano con gustar y respetar a la gente.

Si te doblegas a otras personas todo el tiempo entonces puede gustarles lo que haces por ellos. Pero puede que no les gustes a un nivel más profundo porque ahí hay una debilidad y falta de confianza y poder personal.

2. A la gente le gusta la gente que se gusta a sí misma.

¿Qué es atractivo para un amigo, un empleador o una pareja potencial? Para mí, parece que mucho de esto se reduce a que a la gente le gusta la gente que se gusta a sí misma.

Alguien que se gusta a sí mismo es positivo, seguro de sí mismo, cuida su salud y sus oportunidades en la escuela/en el trabajo/en la vida.

3. Más estabilidad interior, mucho menos montaña rusa emocional.

Recibir cumplidos y caer bien es maravilloso. El problema es que si confías demasiado en la validación de los demás entonces dejas que el mundo exterior, otras personas, controlen cómo te sientes.

Y eso puede ser una verdadera montaña rusa.

Porque si realmente necesitas la validación positiva de la gente entonces es difícil evitar escuchar sus comentarios negativos. O puedes sentirte mal cuando hay una falta temporal en la validación.

Entonces, ¿qué haces?

Dejas de centrarte en la necesidad de esa aportación y la sustituyes por centrarte en validarte y gustarte a ti mismo en su lugar.

4. La vida se vuelve más divertida y relajante.

Si te gustas a ti mismo, entonces se vuelve natural ser tu mejor yo y dejar que a la gente le guste tu verdadero yo.

Hacer lo contrario y tratar de gustarle a la gente conduce a una falta de honestidad en cualquier tipo de relación y la vida se convierte en un caminar sobre cáscaras de huevo mientras usas diferentes máscaras con diferentes personas.

5. Lo que piensas y sientes sobre ti mismo fluye.

Cuanto más te gustes a ti mismo, más fácil te resultará gustar, ayudar y ser amable con otras personas. Lo mucho que te gusta o no te gusta fluye hacia tu mundo.

6. Minimizas el autosabotaje.

Si no te gustas a ti mismo, si en el fondo no crees realmente que te mereces lo que persigues entonces tenderás a sabotearte a ti mismo. Quizás de forma sutil.

Puede que tengas la sensación visceral de que ese éxito está mal y por eso empiezas a hacer cosas que fastidian las cosas.

Si te gustas a ti mismo habrá muchos menos obstáculos autofabricados en tu mente que superar en tu camino hacia el éxito.

Cómo gustarte más

Así que los beneficios suenan bastante bien. Pero, ¿cómo hacer para cambiar lo que sientes por ti mismo?

Aquí tienes una guía breve pero, según mi experiencia, muy efectiva que funciona en la vida real.

Haz lo correcto.

Escribo mucho sobre esto. Eso es porque es algo simple de tener en cuenta y si lo vives entonces puede traer tus resultados impresionantes.

Cuando haces lo que crees que es lo correcto entonces tu autoestima sube. Si te limitas a no hacer nada, tiendes a sentirte mal contigo mismo.

Así que haz cosas increíbles y te sentirás increíblemente bien contigo mismo. Haz cosas buenas y siéntete bien contigo mismo.

Esto no siempre es fácil. Pero las personas que hacen lo correcto obtienen buenas recompensas internas (y a menudo también externas). Lo que haces tiende a corresponder a lo que obtienes a largo plazo.

¿Qué es lo correcto?

Bueno, eso lo tienes que decidir tú y puede variar de una vida a otra y de una situación a otra.

Algunas de las cosas que creo que es lo correcto es mantener mi vida en orden y organizada, hacer ejercicio con regularidad y cuidar de mi salud, ser positivo y abierto, pasar tiempo haciendo cosas que realmente me gustan, salir de mi zona de confort y enfrentarme a los miedos y ser una persona de acción.

Cuando haces lo correcto te gustas más a ti mismo y así el autosabotaje disminuye. Los estándares que estableces para ti mismo fluyen también hacia tu mundo.

Lo que aceptas o no aceptas de ti mismo es lo que tiendes a aceptar o no aceptar de otras personas.

Y lo que piensas y haces con el mundo que te rodea -por ejemplo, ser crítico o ser abierto y amable- es cómo tiendes a pensar en ti mismo y a tratarte también.

No te des por sentado ni te centres en las cosas equivocadas. Apréciate a ti mismo.

Lo que haces o dejas de hacer tiene un efecto enorme en cómo te ves a ti mismo y en cuánto te gustas. Pero también es importante en lo que te enfocas en tu mente.

Porque si haces cosas buenas pero luego te enfocas en los pequeños defectos o fracasos entonces eso no te ayudará.

Así que acostúmbrate a enfocarte en apreciar las cosas buenas de ti mismo. Tómate dos minutos ahora mismo para pensar en cosas positivas sobre ti o en cosas buenas que hayas hecho y logrado.

O tómate unos minutos esta noche para escribir cinco cosas buenas sobre ti en un diario.

Esto se extiende a lo que enfocas en el mundo que te rodea también. Porque como mencioné en el consejo anterior, aquello en lo que te enfocas en la gente que te rodea tiende a ser la forma en que te ves y te tratas a ti mismo.

Así que es posible que quieras añadir cinco o diez cosas que aprecias de la gente que te rodea a esas anotaciones en el diario y a las sesiones de agradecimiento de dos minutos.

Cuanto más haga cosas como éstas, más naturalmente aparecerá este tipo de pensamiento en su vida diaria también.

Está cambiando su forma de pensar sobre sí mismo y en lo que tiene tendencia a centrarse.

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