Hace dos años que dejé de usar maquillaje. No lo hice para hacer una declaración o con alguna otra razón particular en mente. Simplemente sentí que ya no lo necesitaba. No quería parecer más guapa de lo que soy con sombras de ojos brillantes ni ocultar mis imperfecciones bajo una gruesa capa de cremas y bases de maquillaje.
Por el contrario, pasar a la naturalidad me hizo sentir más sexy y segura de mí misma.
A todas las chicas a las que sí les gusta llevar maquillaje, no quiero faltar al respeto. Sin embargo, he aquí seis razones por las que quizá quieras desmaquillarte durante al menos una semana.
Tu piel te lo agradecerá
Aunque no te des cuenta, la mayor parte del maquillaje que llevas es tóxico. Los productos cosméticos no se someten a los mismos controles que los alimentos o los medicamentos antes de salir al mercado de masas. Es responsabilidad exclusiva del fabricante decidir si un producto es seguro o no.
Desgraciadamente, muchos de ellos contienen sustancias nocivas que la piel absorbe al instante. Por ejemplo, los ingredientes de los cosméticos más populares, como el benzoato de sodio, el propilenglicol y otros ácidos (por no hablar de los parabenos y los carcinógenos), provocan reacciones alérgicas en la mayoría de los tipos de piel.
En segundo lugar, si quieres tener una piel perfecta, sin imperfecciones y brillante, cubrirla con toneladas de base no te ayudará a conseguirlo. Si te pasas el día maquillada, una parte se colará inevitablemente en los poros de tu piel, lo que hará que se agranden y aparezcan acné e imperfecciones.
Tendrás más tiempo libre
De media, las mujeres de EE.UU. se aplican 17 productos de belleza antes de salir de casa y dedican alrededor de una hora a maquillarse. Otro estudio demostró que las mujeres de todo el mundo pierden 474 días de su vida maquillándose.
Piensa por un segundo cuántas cosas increíbles podrías hacer en su lugar: aprender un nuevo idioma, vivir experiencias de viaje más increíbles o dominar la fotografía.
Una vez que dejé de maquillarme, tenía una hora libre por la mañana que podía utilizar para dormir más (lo cual es delicioso, por cierto) o convertirla en una actividad productiva como trabajar en mi blog o aprender francés.
¿Hay algo que siempre quisiste empezar a hacer pero nunca tuviste tiempo? Pues ¿por qué no lo haces por la mañana en lugar de maquillarte?
Aprenderás a amar tus defectos
Aprender a amarte a ti misma y abrazar tus defectos es uno de los mayores retos a los que se enfrenta todo el mundo. Al principio, cuando te desmaquilles, te sentirás expuesta. Ya no estás escondida detrás de una fachada elegante con todos los granos, pecas y otros pequeños defectos que no puedes tolerar disimulados bajo una profunda capa de polvos.
¿Quieres saber un secreto? En realidad, nadie presta atención a tus pequeñas imperfecciones, ¡excepto tú! Debes dejar de tratarlas como «defectos» y pensar en ellas como tu «especialidad».
Estarás más en paz contigo misma
Una de las cosas más comunes que escucho de mis amigas es que «el maquillaje me hace sentir más guapa». La verdad es que no debería.
El año pasado las modelos de Marc Jacobson desfilaron por la pasarela sin maquillaje; Cate Blanchett, Monica Bellucci, Eva Herzigova, Jessica Simpson e incluso Brad Pitt han aparecido en las principales portadas de las revistas sin maquillaje ni retoques de Photoshop.
No debes permitir que nadie te juzgue únicamente por tu aspecto (¡y deja a los que lo hacen!) o permitir que alguien te deprima sólo porque tiene una idea diferente sobre cómo debe presentarse la gente.
Renunciar al maquillaje es sólo otro pequeño paso para hacer las paces con la imagen de tu cuerpo y tu alma.
Empezarás a sentirte más segura de ti misma
Desgraciadamente, aplicar máscara de pestañas y sombras de ojos no te ayudará a aumentar tu autoestima y confianza. En lugar de cubrirte, deberías centrarte en amar tu aspecto natural y abrazarte a ti misma. Tu confianza se disparará una vez que aprendas a aceptarte tal y como eres.
Solía pensar que si dejaba de maquillarme, el sexo opuesto me consideraría menos atractiva y apta para las citas. En realidad, conocí a mi pareja mientras viajaba por las húmedas selvas de Indonesia.
Pensó que era hermosa desde el primer momento en que me vio subiendo el volcán, toda sudada y con las mejillas rojas. Desde entonces, no ha dejado de decirme que soy hermosa todos los días.
Abandonando la mentalidad de que tu autoestima depende de tu maquillaje, empezarás a construirla sobre los principios correctos: autoestima, actitud positiva y competencia
Empezarás a apreciar la vida a un nivel más profundo
Abrazar tu aspecto natural es la base de una vida arraigada en la sencillez y en armonía contigo misma.
Perseguir las tendencias y luchar por cumplir con las normas sociales y los estándares de belleza es agotador. También lo es gastar una gran cantidad de dinero en productos de belleza con la esperanza de que te hagan sentir «más guapa» y, por lo tanto, «mejor», pero que, en cambio, te dejen devastada.
Recuerda que tu aspecto no define quién eres. Eres mejor que esto y eres hermosa tal y como eres.
Liberarse del maquillaje requiere valor, pero es una experiencia muy gratificante.
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