La inteligencia está determinada tanto por el entorno como por los genes. Como recalcamos con frecuencia, hay muchas cosas que puedes hacer para que tu cerebro esté siempre en su mejor momento, pero nadie puede negar que los genes con los que has nacido también marcan la diferencia. La investigación sobre genética ha avanzado de forma asombrosa en los últimos años, y un nuevo estudio ha identificado los genes implicados en la inteligencia.
¿Cómo es el gen del coeficiente intelectual?
No existe un «gen del coeficiente intelectual», pero el estudio, publicado en Nature Genetics, es lo suficientemente preciso como para determinar que hay al menos 22 genes específicos relacionados con la inteligencia.
Los investigadores analizaron las puntuaciones de los test de inteligencia y los genomas completos de más de 78.000 personas. Permítanme subrayar lo increíble que es esto; hace diez o quince años, estudiar el ADN de una persona, por no hablar de 78.000, habría sido poco práctico. Ahora los científicos pueden utilizar esta gran cantidad de datos para encontrar las disposiciones específicas de las moléculas que codifican las diferencias en el cerebro.
Los 22 genes implicados en la inteligencia también tenían sentido: eran genes que previamente se había demostrado que estaban implicados en la regulación del crecimiento de las neuronas, por ejemplo.
Si la inteligencia es genética, ¿es imposible cambiarla?
Una pregunta práctica viene a la mente al examinar esta investigación: ¿todo el mundo nace con un determinado nivel de inteligencia que no se puede cambiar? No exactamente. Aquí es donde la magnitud del efecto se vuelve relevante. Que un gen esté estadísticamente asociado a la inteligencia no significa que sea el único responsable de los resultados de un test de inteligencia. Hay muchos otros factores que entran en juego, y un gen es sólo uno.
Lo que nos lleva a una estadística clave: juntos, estos 22 genes representaron alrededor del 5% de las diferencias en las puntuaciones de inteligencia.
Así que hay muchas otras cosas (por usar un término científico) que contribuyen a la inteligencia aparte de los genes, incluyendo la educación, el estilo de vida e incluso la tecnología; después de todo, incluso si un gen te destina al 100% a nacer con el pelo rubio, puedes usar el increíble invento humano del tinte para el pelo para volverlo morado.
Además, la inteligencia no lo es todo, y puede que ni siquiera sea algo tan significativo. Los dominios cognitivos individuales, como el razonamiento, la memoria a corto plazo y la capacidad verbal, son más específicos que una puntuación general de inteligencia, y probablemente tienen sus propios determinantes genéticos y ambientales. Conseguir puntuaciones más altas en medidas de esos dominios (como las que proporcionamos) requiere medición, optimización y atención sanitaria, no sólo esperar un buen ADN.
Puede que nazcas con genes específicos que benefician a tu cerebro -o 22 genes, para ser exactos-, pero aprovechar al máximo esos genes sigue dependiendo de ti.
Este artículo fue actualizado por última vez el 7 de diciembre de 2020.