Has buscado siempre pero crees que por fin has encontrado al hombre de tus sueños. Es divertido, inteligente, sexy como el infierno y piensa que eres increíble. No podrías haber encontrado a nadie más adecuado… y entonces tenéis sexo.
Se siente muy bien hasta que empiezas a hincharte, te sale un sarpullido y sientes como si tus partes femeninas estuvieran en llamas. Resulta que eres sexualmente alérgica al Sr. Correcto. Sí, puedes tener una alergia sexual a alguien.
Todos hemos oído hablar de las alergias comunes relacionadas con el sexo que las mujeres pueden padecer en ocasiones.
Estas alergias son erupciones cutáneas bastante leves provocadas por la sensibilidad del cuerpo a una sustancia extraña como una ducha vaginal, gel espermicida, cremas vaginales e incluso condones de látex.
La erupción resultante puede ser molesta e incluso suspender la actividad sexual de la pareja durante una semana más o menos, pero este tipo de alergias no suelen ser tan graves y, por lo general, desaparecen con bastante rapidez.
Sin embargo, la hipersensibilidad al plasma seminal humano, o alergia al esperma, es una reacción alérgica poco frecuente a las proteínas que se encuentran en el semen del hombre. Las alergias al semen afectan a hasta 40.000 mujeres sólo en Estados Unidos.
La alergia a los espermatozoides puede descubrirse la primera vez que una mujer tiene relaciones sexuales, pero a veces ocurre después de que la mujer haya tenido otras parejas sexuales y no haya tenido ninguna reacción alérgica.
La alergia a los espermatozoides puede ocurrir con una pareja pero no con otra, o puede ocurrir con una pareja de mucho tiempo.
Las mujeres que tienen alergia a los espermatozoides no son necesariamente alérgicas a los espermatozoides de todos los hombres, sino que es una proteína concreta del semen de un hombre específico a la que reaccionan.
Los síntomas de la mujer pueden ser leves o graves, y son difíciles de reconocer porque algunos de ellos -como la respiración agitada y la sudoración- son cosas habituales que suceden mientras el cuerpo se dedica al sexo.
La alergia al esperma también puede diagnosticarse erróneamente como vaginitis (inflamación de la vagina), una infección por hongos, una enfermedad de transmisión sexual (ETS) como el herpes, e incluso la gripe.
Aunque no es tan frecuente como en el caso de las mujeres, los hombres también pueden padecer alergias sexuales, incluso a su propio líquido seminal y/o esperma. En su autobiografía, Losing My Virginity, el magnate de los negocios Richard Branson escribió: «Kristen y yo teníamos una extraña alergia sexual entre nosotros. Cada vez que hacíamos el amor, me salía una dolorosa erupción que tardaba unas tres semanas en curarse».
Esté atento a estos síntomas de alergia al sexo:
- Calentamiento
- Picor
- Urticaria
- Ardor vaginal
- Hinchazón
- Opresión en el pecho
- Vómitos
- Diarrea
- Ampollas
- Pérdida de conocimiento
- Colapso circulatorio completo
No hay pruebas concluyentes sobre cuáles son los desencadenantes, pero cuando el plasma entra en la vagina de la mujer afectada, sus anticuerpos (el sistema de defensa natural de una persona) se unen de alguna manera al tejido de las paredes vaginales, creando una reacción alérgica dentro del cuerpo.
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Es como si el sistema de defensa del cuerpo confundiera la proteína seminal con un cuerpo extraño invasor.
Una vez que la mujer comienza a generar anticuerpos contra el plasma, la alergia, en muchos casos, avanza en tres etapas.
Al igual que una reacción alérgica a la penicilina, la alergia al esperma empeora cada vez que la mujer se expone a él.
La reacción alérgica es difícil de predecir en cuanto a la rapidez y/o el empeoramiento del contacto repetido durante la actividad sexual.
Puede tardar varios meses en volverse crítica, o permanecer latente durante algún tiempo y luego atacar de nuevo.
Después de someterse a las pruebas, Blackwell habló con su ginecólogo y quedó sorprendida por su diagnóstico. «‘Definitivamente eres alérgica a él’, dijo. ‘Pero no hay nada que podamos hacer para ayudar. No hay cura. Tendrás que vivir con ello'»
Eso fue en 1988, y por suerte ha habido algunos avances en el tratamiento de las alergias sexuales.
Para algunos pacientes, el uso de preservativos puede ser la respuesta -a no ser que tengan una alergia adicional al Látex, en cuyo caso deben evitarse los preservativos.
Las alergias sexuales pueden ser extremadamente frustrantes para las parejas y pueden suponer una gran tensión en su relación.
Además, añade un nivel adicional de tensión para las parejas que desean concebir, ya que la concepción no puede producirse a través del coito sin protección.
Otro tratamiento es la desensibilización: cuando el paciente se somete a pruebas de alergia para aislar la proteína problemática, y luego recibe una serie de inyecciones (con un intervalo de 15 a 20 minutos durante un período de dos a tres horas) de las proteínas seminales purificadas de su pareja.
Después de las inyecciones, la pareja tiene que mantener relaciones sexuales en un plazo de 12 horas o la desensibilización no funcionará.
De hecho, la pareja debe mantener relaciones sexuales varias veces a la semana a partir de ese momento o los efectos desaparecerán. Cuanto más sexo, mejores serán los resultados. No es frecuente tener mucho sexo por orden del médico.
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Branson y su esposa no pudieron resolver su problema de alergia al sexo, ni siquiera con su propio tratamiento poco ortodoxo. «Fuimos a varios médicos pero nunca resolvimos el problema», dijo. «Incluso me sometí a una circuncisión para intentar detener la reacción».
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